Moody's no prevé cambios en la nota crediticia de Perú a corto plazo. No obstante, asevera que los principales retos se ubican en el ambiente político: corrupción, un débil sistema judicial, burocracia en los gobiernos locales y regionales y bajos niveles de educación. Y apunta que si las finanzas externas se deterioran significativamente o si el ruido político sube hasta generar inestabilidad, aparecerían presiones para bajar el rating peruano de A3.
Moody's estima que un crecimiento potencial mayor a 4,5% mantenido sólo con productividad local resulta poco probable. "A pesar de que las autoridades buscan acelerar las reformas estructurales, gastar más en educación y cerrar la brecha en infraestructura, la reforma del mercado laboral es el mayor reto para generar un mayor crecimiento potencial", anota.
Con todo, se mantiene optimista y espera que Perú vuelva a un crecimiento más alineado a su potencial el próximo año. "Esperamos que los choques de la demanda que afectan los sectores primarios se disipen a fines de 2015 y que el consumo privado impulse la recuperación, mientras que la inversión pública y privada aprovecharán el momento, llegando a un crecimiento económico de 4,5% en 2016".