El candidato a presidente Mauricio Macri busco ayer ante los empresarios que fueron a escucharlo al Consejo de las Américas no quedar ubicado en ningún extremo al acusar al kirchnerismo de "populismo que derrocha", y al tratar de evitar que lo etiqueten como el representante de un posible "gobierno neoliberal que ajusta".
En un intento por seducir al poder económico, Macri hizo hincapié en mejorar la calidad de la educación, la innovación y en desatar las fuerzas productivas de Argentina. Y todo ello bajo "un Estado fuerte e inteligente, que articule entre todos los sectores".
Insistió en el desarrollo federal del país, de las oportunidades y capacidades de cada región y en apostar al "desafío de la innovación y el conocimiento".
También, al reconocer que se está terminando el viento de cola y que el futuro se presenta bastante complicado, advirtió: "No hay que ser pesimistas, ni tampoco debemos resignarnos a que estamos condenados a elegir entre un populismo que derrocha y un gobierno neoliberal que ajusta".
Macri aprovechó el contexto además para meterse en la polémica sobre la pobreza en Formosa, que activó la semana pasada las declaraciones del futbolista Carlos Tevez cuando contó que lo había impactado la desigualdad que había visto en esa provincia y que le costó una dura réplica del gobierno de Gildo Insfrán tras la cual Boca decidió no volver a jugar en Formosa.
El líder del PRO dijo que "un chico que nace en Capital Federal tiene muchas más oportunidades que otro que nace en Formosa", y que en esas desigualdades piensa trabajar si es Gobierno en 2016.
Al finalizar, dijo a los empresarios: "La sociedad espera que líderes como ustedes salgan a la cancha a mostrar un camino de progreso y crecimiento".