Las empresas españolas cada vez miran más hacia el mercado asiático como vía de diversificación. China ha perdido atractivo en este último año, las caídas en bolsa y la devaluación del yuan, se suman al fuerte intervencionismo estatal en el país, unas condiciones que hacen que pierda fuelle mientras que su vecina India gana atractivo.
Las previsiones del FMI no hacen sino confirmar la tendencia alcista de India, ya que le sitúan como el país emergente que más va a crecer este año y el próximo (7,5% en ambos periodos), mientras que las perspectivas para China empeoran.
Ante este contexto, las empresas españolas aumentan su presencia en el país. Impulsar el negocio español en India también está en los planes del Ejecutivo, y el pasado mes de abril el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, realizó una visita oficial para reforzar las relaciones comerciales entre ambos países. Desde la llegada al poder de Narendra Modi, en 2014, el país busca captar inversionistas para producir más en casa y reducir las importaciones.
El afán por atraer inversión extranjera y la actual situación del país han despertado el interés de empresas de todos los sectores, desde energía y automoción, a la alimentación, tecnología e infraestructuras.
Últimas operaciones
El sello español comienza a brillar en India. Gamesa ha reforzado su inversión en el país asiático con 100 millones de euros (US$ 113,55 millones) hasta 2018. Actualmente, con un 26% de cuota, India supone el primer mercado para Gamesa, una cifra que supera al 17% que representa China. Abengoa es otra de las energéticas que opera en India. Presente desde 1995, se ha adjudicado más de 1.600 kilómetros de líneas de transmisión de alta y muy alta tensión.
También destaca Acciona Energía que actualmente cuenta con tres parques eólicos en el país. Otra compañía con grandes planes en India es Tubacex, que se hizo el pasado mes de julio con el 68% de la división de tubos de acero inoxidable sin soldadura de la empresa india Prakash.
Por el lado de las infraestructuras despunta Isolux Corsán. Con su último contrato para la construcción de dos subestaciones de tracción en el metro de Delhi por 16 millones de euros, consolida su presencia en el país, en el que, desde 2009, ha invertido más de 2.000 millones de euros (US$ 2.273 millones), principalmente en autopistas, lo que le convierte en el mayor inversor español en India. En el mes de abril, Assignia se adjudicó el contrato para la rehabilitación de una carretera en India por 15,5 millones, mientras que Ayesa va a supervisar la construcción de una autopista.
Aqualia, la filial de agua de FCC, se ha adjudicado dos contratos de suministro con el que mejorará el abastecimiento de 1,2 millones de ciudadanos en India. El importe global es de 65 millones.
La tecnológica Indra también está presente en India. Desde 2014 está llevando a cabo la modernización del centro del control aéreo de Delhi y, a finales del año pasado, puso en marcha el centro de control de Calcuta.
El ADN español también se encuentra en la alimentación de la mano de Borges y Ebro Foods, y en las bebidas con Mahou-San Miguel, que es la primera empresa española del sector de bebidas que opera en India con producción propia. La cervecera invertirá 18 millones de euros en el país asiático en los próximos cinco años.
La última en apuntarse al boom indio ha sido la compañía vasca Aernnova, que participará en la construcción de los 250 aviones A320 Neo que la aerolínea india IndiGo ha comprado a Airbus, una colaboración que le reportará más de 10 millones de euros.