Los miembros de G-20 preparan una
próxima cumbre de jefes de Estado que se celebrará a finales de
febrero o en marzo en Reino Unido, según dijo hoy el canciller de
Brasil, país que preside el grupo, Celso Amorim.
"Sería natural" que fuera en el Reino unido, porque será el
próximo país que presida el G-20, señaló Amorim a la prensa en
Washington, horas antes de que inicie la primera reunión
presidencial del Grupo de los Veinte para abordar la reforma del
sistema financiero internacional.
El ministro brasileño dijo que en el cónclave de hoy y mañana en
la capital estadounidense se deberán crear grupos de trabajo para
preparar las propuestas detalladas para rediseñar el sistema
financiero.
"Todos los países admiten la necesidad de la regulación del
sistema financiero para devolver la confianza, que haya reglas
claras y transparencia. Puede haber divergencias en el tipo de
regulación", dijo el ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega.
Mantega pidió más gasto público a nivel mundial para evitar la
posibilidad de una recesión global.
Al mismo tiempo, enfatizó que "la política monetaria y fiscal
debe ser armonizada" entre las naciones, para que se evite que
algunos inyecten liquidez y otros se beneficien de esas medidas,
pero no hagan aportes propios a la solución del problema.
Los ministros hablaron a la prensa tras las reuniones que el
presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sostuvo con los
primeros ministros de Reino Unido, Gordon Brown, y de Australia,
Kevin Rudd, con quienes hubo "mucha sintonía", según declararon.
La cumbre comenzará hoy con una cena del G-20, más España y
Holanda, ofrecida por el mandatario de Estados Unidos, George W.
Bush, en la Casa Blanca.
El gran ausente de la cita será el presidente electo de EE.UU.,
Barack Obama, pero la delegación brasileña dijo esperar que
respaldará aún con más energía ante Bush la necesidad de que el
Gobierno afloje el bolsillo para hacer revivir a la economía.
"Lo que se espera de Obama es que él vaya más allá" que la
administración actual, apuntó Mantega.
En la cumbre, Brasil presionará para que en el comunicado final
se mencione el final de año como la meta para alcanzar un acuerdo en
los asuntos más espinosos de las negociaciones de la Organización
Mundial de Comercio (OMC).
Esa ha sido también la posición del secretario general de esa
entidad, el francés Pascal Lamy, quien ha indicado que es posible un
pacto sobre la bajada de las trabas al comercio en agricultura y
bienes industriales para esa fecha.
"El comercio es como una bicicleta, hay que ir hacia delante, o
si no uno se cae", alertó Amorim.