La OCDE ha rebajado este martes su proyección de crecimiento
económico medio de la zona del euro en 2008 en cuatro décimas, para dejarla en
un 1,3%, mientras que revisó al alza, en seis décimas, la de Estados Unidos,
hasta un 1,8%.
Para Japón, la OCDE proyecta ahora un crecimiento del
Producto Interior Bruto (PIB) del 1,2% este año, frente al 1,7% que preveía el
pasado junio en su informe semestral de perspectivas.
Las nuevas proyecciones figuran en la evaluación
"interina" de las perspectivas económicas a corto plazo de los siete
países más industrializados y la zona del euro divulgada este martes por la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El PIB del G7 -los siete países más industrializados-
crecería un 1,4% este año, sin cambio sobre lo proyectado en junio pasado.
El PIB de Alemania crecería un 1,5%, en lugar del 1,9%
previsto en junio, el del Reino Unido un 1,2% (frente a un 1,8%), Francia un 1%
(en lugar del 1,8%), Italia un 0,1% (frente al 0,5%), y Canadá un 0,8% (frente
al 1,2%).
Fase de debilidad
"La tormenta en los mercados de capitales, el repliegue
de los mercados inmobiliarios y la carestía de las materias primas siguen
pesando en el crecimiento mundial", pero "evolucionan
rápidamente", ha indicado el economista jefe interino de la OCDE, Jorgen
Elmeskov.
Los modelos "dejan entrever una fase de debilidad de la
actividad hasta fin de año", pero las "incertidumbres"
contribuyen a dar una imagen "especialmente poco clara" del panorama,
ha advertido.
En EEUU, la incertidumbre atañe en particular a la rapidez
con la que se disiparán los efectos de las medidas temporales de estímulo
presupuestario, indica el economista. En la zona del euro y en sus tres
economías principales, así como en el Reino Unido, la actividad debería
"globalmente estancarse". En Japón, sólo se prevé un repunte
"parcial" tras la bajada del PIB registrada en el segundo trimestre,
señala.
Inflación moderada
Con respecto a la inflación, impulsada por las fuertes alzas
de los precios de la energía y los alimentos, ha indicado que hasta el momento
los aumentos salariales parecen controlados y vaticinó que, si los precios de
las materias primas se mantienen a sus niveles recientes -incluido el repliegue
del petróleo-, se puede prever una "cierta moderación" de la
inflación tanto global como subyacente.
Sobre la crisis financiera, opina que los bancos parecen
haber registrado en sus balances "lo esencial de las pérdidas" ligadas
a las hipotecas de alto riesgo y que las "perturbaciones financieras
persistentes" reflejan cada vez más las "señales de debilidad de la
economía real" inducida en parte por la disminución de la oferta
crediticia y la bajada de los precios de los activos.
El economista ha advertido, sin embargo, de que "la
profundidad y la magnitud definitivas de la crisis financiera son todavía
inciertas" y sigue siendo "preocupante" el riesgo eventual de
nuevas pérdidas en las operaciones de financiación de viviendas y la
construcción.
Tras afirmar que prosigue el repliegue de los mercados de la
vivienda, indica que en Europa la bajada de los precios y de la actividad en la
construcción parece alcanzar a España, Dinamarca, Irlanda y el Reino Unido, y
que el descenso "sensible" de los volúmenes de transacción en otros
países anuncia retrocesos.
En EEUU, sigue bajando el precio de la vivienda, con la
amenaza de nuevas confiscaciones que pueden pesar en los precios y amplificar
las pérdidas en los préstamos, mientras que se perciben "algunas
señales" de estabilización en la construcción.
Para Elmeskov, las economías del G7 presentan
"condiciones diferentes" para la acción de los poderes públicos.
Así, en EEUU, las condiciones actuales validan las medidas
actuales de expansión, ha indicado. En la zona del euro, donde el aumento de la
inflación subyacente indica la necesidad de reducir las tensiones en las
capacidades, "no parece útil por el momento" cambiar las
orientaciones actuales de las políticas económicas. Si surgiera la necesidad de
flexibilizar o endurecer las condiciones macroeconómicas, el instrumento
"privilegiado" debería ser la política monetaria, señaló.