Por Gwen Robinson
en Bangkok
Tailandia entregó más pruebas de una resilienciaeconómica, con datos oficiales que muestran una tasa de crecimiento anual de 4,2% en el segundo trimestre, por encima del 0,4% de los primeros tres meses del año.
Impulsadas por una robusta recuperación desde la crisis de inundaciones del año pasado en sectores como manufacturas, construcción y turismo, las cifras -que son mejores de lo esperado- entregan una primera perspectiva del crecimiento económico desde que Tailandia elevó el salario mínimo en abril a 300 bahts (US$ 9,52). En ese momento, los economistas y empresarios dijeron que el incremento promedio de 40% en los salarios golpearía las ganancias de las firmas y podría arrastrar al crecimiento.
Las cifras del Producto Interno Bruto (PIB), anunciadas ayer, sugieren que las preocupaciones fueron infundadas. Pero para Rungthiwa Chaniem, una vendedora de flores afuera del santuario de Erawan, el beneficio del alza del sueldo mínimo aún tiene que manifestarse. Indicó que ha vendido guirnaldas de flores por más de diez años en su puesto, y estima que su ingreso diario ha caído a cerca de 400-500 bahts en comparación con los 600-700 bahts de hace un año, antes de que las inundaciones alejaran a los clientes por varios meses.
Como muchos tailandeses, Rungthiwa está preocupada por el alza de precios de los bienes básicos, a pesar de que las cifras del gobierno que muestran una inflación anual fue de 2,5% en el segundo trimestre.
Ed Teather, economista regional de UBS, dijo: “El gobierno tailandés ha mantenido muy bien el control de la inflación, aunque los precios más altos de los alimentos amenazan la flexibilidad para actuar del banco central. A cerca de 2,7%, la tasa de inflación general es tolerable”.
Entre los sectores que experimentan un mini boom, la construcción -impulsada por la reconstrucción post inundaciones- se elevó un 6,8% anual desde 0,8% en el primer trimestre, según el Directorio de Desarrollo Social y Economía Nacional (Nesdb, su sigla en inglés). El comercio minorista y al por mayor aumentó 5,4% anual desde 4,1% en el trimestre anterior.
Sin embargo, una caída en las exportaciones reforzó las preocupaciones del impacto de la crisis de la eurozona en la economía de manufacturas de Tailandia. Las importaciones subieron 8,5% en términos reales en el trimestre, frente al alza de 0,9% de las exportaciones.
Algunos analistas destacaron otros factores. ”El reporte del Nesdb menciona a Europa, pero hace fácil perder el enfoque en los grandes riesgos desde China hasta Estados Unidos”, dijo el estratega de HSBC, Parson Singha. “Estamos hablando de si China maneja un aterrizaje suave y de si EEUU podrá evitar su abismo fiscal. A pesar de la buena cifra del PIB esta vez, aún hay muchos riesgos a la baja inminentes”.
Mientras tanto, los inventarios se incrementaron más de lo esperado, contribuyendo con cerca de 3 puntos porcentuales al PIB debido a un salto en las reservas de arroz sin vender, como consecuencia del controversial programa gubernamental de subsidio al arroz.
Los críticos, como los demócratas de la oposición, han acusado al gobierno de inflar los precios del arroz a niveles que han hecho que el arroz tailandés no sea competitivo en los mercados internacionales, en un esfuerzo por atraer a los votantes rurales.