Por Richard McGregor
La “supertormenta” Sandy que afecta a la costa este de Estados Unidos ha congelado la elección presidencial, provocando que ambos candidatos suspendan sus campañas justo cuando están preparando la última semana de la carrera.
El presidente Barack Obama, que viajó a Florida el domingo en la tarde para reunirse con Bill Clinton, canceló su participación para volver a Washington antes de que la tormenta hiciera difícil su regreso en avión a la capital. Mitt Romney, su rival republicano, organizó una concentración en Iowa y Ohio, pero canceló un evento en la tarde en Wisconsin.
Ambas campañas enfrentan decisiones difíciles en los próximos días, cuando revivan después de una tormenta que expertos en desastres esperan que resulte en daños sustanciales, cortes de energía masivos y fallecidos.
Los aeropuertos y el sistema de transporte dejaron de funcionar, los principales mercados bursátiles de EEUU cerraron y las áreas bajas fueron evacuadas ante la llegada a tierra de la tormenta.
“No se detenga, no cuestione las instrucciones que se dan porque esta es una tormenta seria”, indicó Obama tras volver a la Casa Blanca. “No estoy preocupado en este momento sobre la elección. Estoy preocupado por las familias estadounidenses”, añadió, diciendo que “la elección se cuidará sola”.
El vocero de Romney dijo: “El gobernador Romney cree que este es un momento para que la nación y los líderes se enfoquen en esos estadounidenses que serán afectados”.Ni Obama ni Romney tienen eventos programados para hoy.
Aunque es difícil juzgar el impacto político de la tormenta, la capacidad de Obama de proyectar liderazgo durante una crisis nacional podría ayudarlo.
Todas las señales aún apuntan a una carrera estrecha, con Romney a la cabeza en el agregado de las encuestas nacionales, mientras que Obama ha mantenido una escasa ventaja en los estados indecisos que necesita para la victoria.
La campaña de Obama continúa proyectando confianza con las autoridades diciendo a los periodistas ayer que estaban en el camino a la victoria. “Tenemos datos y hechos de nuestro lado versus ilusiones en el lado de ellos”, dijo Jim Messina, jefe de campaña de Obama.
Hay señales de que el apoyo al presidente está cayendo en los estados que alguna vez fueron considerados fuera de alcance por Romney, como Minnesota.