Por J. Smyth y G. Parker, Lough Erne/Londres
Preocupaciones diplomáticas se han levantado por la elección de David Cameron de un resort de golf de lujo en Irlanda del Norte que quebró cuando la burbuja inmobiliaria irlandesa estalló, como sede para la cubre del G8 en junio.
La idea de Cameron era mostrar la recuperación de Irlanda del Norte.
La violencia que se ha producido en Belfast en los últimos días por la decisión de no izar la bandera del Reino Unido en la municipalidad ha provocado algunas inquietudes de seguridad, mientras los diplomáticos se preguntan si es que las instalaciones darán la talla y si es que el alojamiento será suficiente para los séquitos diplomáticos y de seguridad de los líderes.
Ubicado en una península en Lough Erne, el lugar está relativamente aislado, lo que significa que aquellos que no han reservado una de las 59 piezas o 61 camas en las torrecillas podrían tener que quedarse en un casa prefabricada o en un bed and breakfast.
Un día antes de que el primer ministro anunciara el lugar donde se desarrollaría la cumbre en noviembre, se incendió un sauna. Desde entonces, el spa tailandés y la piscina del complejo se han mantenido cerrados.
Fergal Purcell, administrador general del resort, comentó a FT que todo estaría listo para cuando lleguen los líderes en junio. “Somos muy capaces de entregar el mejor evento con el que David Cameron se sentirá orgulloso de su decisión de elegir Lough Erne e Irlanda del Norte para el G8”, afirmó.
Funcionarios británicos admitieron que Estados Unidos estaba entre los que expresaron sorpresa por el lugar; algunos diplomáticos esperaban que Cameron optara por uno más obvio, como Gleneagles, elegido por Tony Blair en 2005. Uno aseguró: “Los estadounidenses quieren asegurarse de que la seguridad sea adecuada, pero están abiertos a que trabajemos en eso. Entienden completamente la importancia del lugar en términos del proceso de paz y en ayudar a la economía local”.
Recientemente, funcionarios de seguridad visitaron el hotel y la administración dijo que delegaciones oficiales de los países del G8 llegarían al lugar para revisar las instalaciones.
Arlene Foster, ministra de Empresa y miembro de la asamblea de Irlanda del Norte representando Fermanagh, desechó las sugerencias que el área no podría manejar un evento tan grande.
“En el último año hemos demostrado que podemos ser anfitriones de grandes eventos como este. El año pasado recibimos 140 mil visitantes durante cuatro días en el Abierto Irlandés y tuvimos celebraciones exitosas por el Titanic”, declaró.
“A esta altura, todo el pueblo está completo, incluyendo los bed and breakfasts”, afirmó Joe Mahon, dueño de un hotel cerca del resort.
“Hace poco nos llegó un pedido de una agencia rusa para proveer alojamiento para las dos semanas anteriores a la cumbre. Una persona en el pueblo está dejando disponibles casas prefabricadas para arrendar para lidiar con la demanda”, añadió Mahon.
Una vocera del gobierno defendió la elección del lugar. “Estamos seguros de que podemos implementar los arreglos de seguridad e instalaciones necesarios en los próximos meses para asegurar una cumbre tranquila y exitosa”, manifestó.