Por J. Chaffin y G. Parker
, Bruselas/Londres
La preciada devolución, o reembolso, de la Unión Europea al Reino Unido sufrió un nuevo ataque de Bruselas ayer, aumentando más las preocupaciones de David Cameron antes de una cumbre la próxima semana para discutir el presupuesto a largo plazo del bloque.
Herman Van Rompuy, el presidente del consejo de la Unión E, trató de negociar un acuerdo al proponer un recorte de 20.000 millones de euros (US$ 25.470 millones) en el presupuesto de la UE a siete años, pero también presentó un plan altamente polémico para recortar la devolución, valorada en 3.200 millones de libras (US$ 5.070 millones) para el Reino Unido en 2010-2011.
Downing Street rechazó la sugerencia de Van Rompuy de que el Reino Unido debería pagar una parte de su devolución anual desde Bruselas, que recorta en efecto el valor del reembolso asegurado en 1984 por Margaret Thatcher.
Un diplomático británico dijo ayer: “La devolución está completamente justificada y no podemos apoyar más cambios”.
Las autoridades de la UE declinaron especificar cuál sería el impacto financiero para el Reino Unido. Defendieron el cambio como una manera de contener una creciente fila de países que pidiendo sus propias devoluciones. Como parte del plan, Alemania, que ha estado exenta de pagar por la devolución del Reino Unido, también tendría que contribuir.
El último borrador confirma la complejidad de tratar de asegurar el nuevo presupuesto de la UE para 2014-20 en la cumbre de la próxima semana en Bruselas. Cameron está exigiendo un congelamiento real en el presupuesto y está amenazando con vetar cualquier aumento.
Como una señal de su intento de recortar el presupuesto, el primer ministro británico ha propuesto abandonar los programas de ayuda regionales de la UE en las áreas pobres de los países ricos como el Reino Unido, Alemania, Francia e Italia, repatriando la responsabilidad a los gobiernos nacionales.
En total, el borrador de presupuesto del Van Rompuy suma 973.000 millones de euros para un período de siete años desde 2014 a 2020 y supera el congelamiento en términos reales exigidos por Cameron. Aún Van Rompuy está esperando que Cameron sea capaz de vender la propuesta a los legisladores escépticos ya que es 20.000 millones de euros menor que el actual presupuesto a largo plazo de la UE, y al menos 75.000 millones de euros menos que la petición inicial de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE. “Lo que estamos proponiendo es una compresión real”, dijo una autoridad.
El borrador también provocó una furiosa reacción de Francia porque enfocaba los recortes en el gasto en agricultura, incluyendo 13.200 millones de euros en reducciones en subsidios agrícolas desde niveles propuestos por la comisión. También recortó fondos de desarrollo para las regiones más ricas, un deseo del Reino Unido pero algo que el primer ministro socialista de Francia, François Hollande, había estado protegiendo.