Nueva York
Los cambios planificados al sistema tributario de Estados Unidos amenazan con reducir bruscamente el valor de los créditos tributarios corporativos que se usan para impulsar la investigación y desarrollo y otros gastos de inversión, generando protestas de la industria tecnológica.
A medida que los republicanos en el Senado buscaban limitar el costo de su proyecto tributario antes de la votación para aprobarlo a las 2 am el sábado, decidieron retener el Alternative Minimum Tax (AMT, su sigla en inglés) corporativo, lo que establece un límite a cuán lejos pueden usar las empresas los créditos para reducir sus cuentas impositivas.
La amenaza al valor de los créditos ha emergido como una de las potenciales consecuencias involuntarias de la modificación del sistema tributario que se está aprobando a toda velocidad en el Congreso.
Una de las industrias más afectadas sería la energía renovable, que enfrenta no sólo restricciones en la futura disponibilidad de los créditos tributarios, sino que también aumentos retroactivos en el impuesto a las inversiones ya realizadas.
Los grupos empresariales están intentando persuadir al Congreso de preservar el valor de los créditos tributarios corporativos en la versión final de la legislación que se espera que emerja de la reconciliación entre los proyectos de la Cámara de Representantes y el Senado.
El AMT corporativo ha sido, en palabras de Jared Walczak, analista senior de a Tax Foundation, “una de las partes más odiadas del sistema tributario” por décadas, porque suma complejidad, forzando a las empresas e individuos a realizar dos conjuntos de cálculos impositivos para calcular cuánto deben.
Una larga historia
Implementados bajo la presidencia de Ronald Reagan en 1986, establece un mínimo de 20% para el impuesto corporativo de una empresa, con sólo un potencial limitado de usar créditos para reducir eso. Recortar el impuesto corporativo de 35% a 20%, como plantean los proyectos de la cámara baja y el Senado, significa que el AMT afectaría a muchas más compañías.
La Oficina de Presupuesto del Congreso estimó en marzo que las empresas en EEUU enfrentaban una tasa efectiva de 18,6%, ya muy por debajo de la tasa reglamentaria superior de 35%, y sólo 13,3% incluyendo el crédito tributario de I&D.
La versión del proyecto tributario de la cámara baja enfrento los potenciales problemas del AMT al votar a favor de eliminarlo, pero los republicanos en el Senado decidieron que necesitaban mantenerlo de modo de poder pagar los recortes en otros impuestos.