Son las seis de la mañana, el cielo está oscuro y el aire extremadamente frío. Se cierra la puerta del cálido hogar y el corredor comienza su trote hacia la oficina. A pesar de lo miserable que podría sentirse, correr hacia el trabajo tiene varios beneficios.
Eso, al menos, es lo que el creciente número de partidarios de esta opción cree, apuntando a la eficiencia de ejercitarse en momentos en que uno usualmente estaría apretujándose en un tren o un bus.
Correr al trabajo elimina los deprimentes problemas del transporte público: la tarifa, los gérmenes y el tráfico. Es un ejercicio más exigente que la bicicleta, es más rápido que caminar y es flexible: incluso si uno vive muy lejos como para completar toda la distancia, puede correr sólo un trecho.
"Me encanta partir el día con mi ejercicio ya listo", afirma Antony Jenkins, director ejecutivo del grupo bancario británico Barclays, quien regularmente corre al trabajo.
Parece que más y más gente se le está uniendo en el Reino Unido. Una reciente encuesta de Royal Holloway, parte de la Universidad de Londres, encontró que la mayoría de los que corren a la oficina lo han estado haciendo por menos de dos años. Esto podría significar, por supuesto, que es muy difícil perseverar por mucho tiempo.
Pero Simon Cook, el geógrafo social que realizó la investigación, no lo cree. "Es un hábito que se queda", afirma. "Aunque me intriga por qué nunca se le ocurre a la gente –incluso a corredores comprometidos, que tienen dificultades para acomodar el running en sus vidas– hasta que alguien lo sugiere".
Hay miles de sitios y blogs evangelizando sobre las maravillas de correr al trabajo. Uno de esos es run2work, que permite calcular los tiempos para 57.600 rutas entre las 240 estaciones de Londres. La firma está haciendo lobby para que el gobierno extienda su programa "Al Trabajo en Bicicleta", que otorga beneficios tributarios a la compra de equipamiento para ciclistas, a quienes corren (las zapatillas son más baratas que las bicicletas, pero vale la pena gastar más para proteger las rodillas). Podría ser difícil. El gobierno acaba de publicar un extenso reporte sobre los beneficios de que las compañías inviertan para que sus empleados vayan en bicicleta o caminando al trabajo sin mencionar correr.
El único problema es la mochila. Algunos sitios recomiendan mantener ropa para una semana en la oficina pero es inviable. Home Run quiere capitalizar esto ofreciendo un servicio para transportar los bolsos de los corredores.