Los países industrializados compiten por tener el impuesto a las sociedades más bajo, incluso en un momento en que la carga tributaria general ha tocado a niveles récord.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que tiene su sede central en París, informó que se está intensificando la competencia en el impuesto a las sociedades, en parte como respuesta a la débil inversión.
Angel Gurría, secretario general de la OCDE, dijo que eso "plantea cuestiones complicadas para los gobiernos que quieren encontrar el equilibrio adecuado entre mantener un sistema tributario competitivo y asegurarse de seguir recaudando los ingresos necesarios para financiar servicios públicos vitales, programas sociales e infraestructura".
Ocho países redujeron sus tasas de impuestos en 2017, con recortes que promedian 2,7 puntos porcentuales. Hungría encabezó el cambio, reduciendo su impuesto a las sociedades a sólo 9%.
La OCDE dijo que también crece la competencia por los incentivos fiscales, en particular para investigación y desarrollo y actividades vinculadas a la propiedad intelectual.
Los cambios refuerzan la tendencia en países de la OCDE que contrajo los impuestos a las sociedades del promedio de 32,2% en 2000 a 24,% en 2016.
Sin embargo, la OCDE aseguró que la reducción de esas alícuotas no se tradujo en una caída en la recaudación de impuestos a las sociedades. Describió eso como una "paradoja". La OCDE señaló que eso se atribuye en parte a los aumentos de las ganancias corporativas en relación al ingreso nacional, pero habría que seguir estudiando el tema para comprenderlo mejor.
La competencia en cuanto a los impuestos para atraer a personas ricas también parece estar aumentando, según el informe. Los países como Italia y Portugal se están concentrando en los individuos adinerados para ampliar su base imponible y promover el emprendedorismo.
La OCDE también informó que los niveles promedio de la relación impuestos/PBI en países industrializados alcanzaron un récord en 2015.
Ese ratio, que cayó a un mínimo de 32,4% en 2009, subió 0,1 punto porcentual en 2015 y tocó tocar el 34,3%.