FT Español

Martin Wolf: El Reino Unido tras el Brexit no estará solo, pero sí más solitario

Por: Martin Wolf, Columna Financial Times | Publicado: Miércoles 29 de enero de 2020 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

“Por fin estamos solos”. Mi padre me dijo que escuchó estas palabras de un anciano que estaba sentado a su lado en el Metro de Londres en junio de 1940, justo después de la caída de Francia. La misma estrechez da vida al Brexit. Era una ilusión entonces: no era sólo el Reino Unido, sino una alianza con grandes potencias que ganó la Segunda Guerra Mundial. Es una ilusión ahora. El Reino Unido no estará solo, pero será más solitario.

No podemos saber qué hubiese pasado si el referendo de 2016 hubiese tenido el resultado opuesto. Ese es el camino no tomado. Pero conocemos algunos resultados y al menos podemos adivinar otros.

El Brexit es la decisión de separar al Reino Unido de las instituciones que gobiernan al continente del que necesariamente forma parte.

Un resultado es seguro: los británicos perderán su derecho a movilizarse y trabajar en toda la UE, al igual que los ciudadanos de los países miembros del bloque a vivir y trabajar en el Reino Unido. Esa es una reducción en la libertad. Es el resultado de insistir en que uno no debe tener una identidad política británica y europea. Esta es una victoria de la estrechez.

La influencia directa de las decisiones políticas británicas sobre las de los vecinos también se desvanecerá. Los políticos británicos presionarán sus narices contra las ventanas de la UE mientras se toman decisiones que los afecten.

Esas decisiones determinarán la evolución del mercado único y las políticas comerciales y climáticas del bloque.

Impacto económico

Sin el Reino Unido, la UE todavía tendrá 450 millones de personas y aportará con 18% de la producción global. También seguirá siendo el socio comercial más importante del Reino Unido. La autoexclusión de éste último será importante.

Además, nunca en mi vida un gobierno británico ha estado tan decidido a infligir daños económicos a su propia gente. El propio análisis del gobierno, publicado en noviembre de 2018, concluyó que, en virtud de un acuerdo de libre comercio básico del tipo que busca el Ejecutivo, es probable que el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita del Reino Unido sea aproximadamente un 5% menor de lo que sería, en el largo plazo.

La eliminación de la inmigración neta del Espacio Económico Europeo (EEE) aumentaría la pérdida en 0,5 puntos porcentuales. Es posible que el Reino Unido pierda cerca de la mitad de su aumento potencial en el PIB per cápita en la próxima década, con graves consecuencias para los ingresos y gastos del gobierno.

Esto ignora los costos a corto plazo. Sajid Javid, canciller de Hacienda, le ha dicho a las empresas que abandonen los llamados a alinearse regulatoriamente con la UE, afirmando que han tenido tres años para prepararse. Eso no tiene sentido.

Nadie ha sabido (o incluso ahora sabe) qué acuerdo, si es que, se alcanzará. La combinación de incertidumbre sobre el resultado con un tiempo mínimo de ajuste es grotescamente irresponsable.

Los pro-Brexit afirmarán que, libres de la “mano muerta” de la regulación europea, el Reino Unido prosperará. Es probable que esto sea una fantasía.

Una razón es que el Reino Unido ya tiene una economía altamente desregulada, especialmente en el mercado laboral. ¿Va el país a abandonar las regulaciones actuales sobre el medio ambiente, los estándares de los productos, la solidez financiera, y mucho más? Eso es muy improbable.

Además, las grandes fallas del Reino Unido -su tasa de inversión ultrabaja, un débil crecimiento de la productividad, una infraestructura pobre, una alta desigualdad regional y una educación a muy largo plazo- no tienen nada que ver con la membresía en la UE. El Brexit puede eliminar muchas excusas. No resolverá ninguno de estos problemas.

Intercambio de culpas

Eso está lejos de todo. Si no hay un acuerdo comercial con la UE, o uno que resulte disruptivo, seguramente se generará un juego de culpas.

Dentro del Reino Unido, los que rechazan el Brexit culparán a sus opositores y viceversa. Más importante aún, el gobierno podría culpar a la UE de un resultado infeliz, y viceversa.

Tal discordia podría cobrar vida propia, separando al Reino Unido de la UE aún más. Incluso es posible imaginar un Reino Unido enojado y destructivo que busca coordinarse con los Estados Unidos de Donald Trump contra la UE. Las consecuencias serían devastadoras.

La partida del Reino Unido, y mucho más la pesadilla de una hostilidad prolongada, también es probable que moldee la futura Unión. La nación británica jugó un rol central en la promoción del mercado único y una política comercial liberal de la UE.

Es probable que su salida debilite la influencia de los países del norte económicamente más liberales contra los demás. Es probable que la UE sea más introvertida de lo que hubiera sido de otra manera. Sin embargo, también es probable que el Brexit refuerce la solidaridad de una UE más asediada. Cualquiera de los resultados afectará mucho al Reino Unido.

También es probable que al Reino Unido le resulte difícil ejercer mucha influencia independiente sobre un mundo que ingresa a una era de gran rivalidad de poder.

Al lado de EEUU, China o de la futura UE, es una economía insignificante, aunque grande. En un mundo así, la dependencia de las instituciones multilaterales puede resultar inútil.

Una y otra vez,el Reino Unido enfrentará opciones sobre qué lado elegir en las luchas, tal vez sobre tecnología o estándares, que están ocurriendo por encima de su cabeza. Todo esto será muy incómodo.

No menos importante, el Reino Unido con frecuencia se encontrará en la posición del que suplica en las relaciones con poderes superiores a sí mismo. Tendrá que ser ágil y humilde. Eso puede funcionar. Pero el control que supuestamente está tomando será ilusorio.

El Reino Unido está entrando en un nuevo mundo. Está obligando a su gente a abandonar sus derechos en Europa. Se está ubicando al margen del proyecto europeo de cooperación estructurada y pacífica. Está eligiendo ser una isla independiente al lado de lo que parece ser un gigante europeo integrado. Está decidiendo seguir su propio camino en un mundo dominado por superpotencias rivalistas. Lo hace con la promesa de un mayor control sobre su propio destino. Es, no menos importante, actuar en contra de los deseos de la mayoría de sus propios jóvenes.

¿Durará esta separación? Nadie puede saberlo. Pero es muy probable que dure mucho tiempo. En mi opinión, es un gran error. Pero el momento está ahora sobre nosotros. Debemos vivir con sus consecuencias.

Código Javascript

Lo más leído