Por Guy Dinmore
Roma
Con sus maletas hechas para el fin de semana, Mario Monti dejó el alboroto de la escena política de Roma el viernes, para volver a su hogar en Milán con una entrada para la ópera para la noche más brillante del año: la gala de apertura de La Scala.
La ópera de Milán ha encendido una indignación a nivel nacional al elegir abrir su temporada con Wagner en vez del héroe local Verdi, adelantándose al aniversario 200 de los nacimientos de ambos compositores.
Pero los asesores de Monti dijeron que su visita era para demostrar que “la vida continúa” - a pesar de que su gobierno perdiera dramáticamente el apoyo del hombre que Monti reemplazó hace trece meses, Silvio Berlusconi, y su partido de centro derecha el Pueblo de la Libertad (PDL).
Mientras el primer ministro despegaba desde Roma, Angelino Alfano, secretario del PDL, declaraba a un ruidoso parlamento que “la experiencia de este gobierno se acabó”, anunciando el lanzamiento de la campaña de regreso de Berlusconi con miras a las elecciones a inicios del próximo año.
Berlusconi prefiere el fútbol por sobre la ópera, y hay especulaciones de que podría anunciar formalmente su “retorno al campo” en el estadio de AC Milan, equipo del que es dueño.
Sin importar cuándo o dónde haga el anuncio, seguidores fieles del multimillonario de 76 años confían en que él revertirá promesas previas y postulará por su cuarto período como primer ministro desde 1994. Su desintegrado partido no ha sido capaz de encontrar una alternativa.
“Él ha decidido postular, estoy segura de que lo hará”, dijo Deborah Bergamini, una parlamentaria del PDL, después de hablar con su jefe. Agregó que el partido probablemente cambiará de nombre y lanzará una campaña “antiausteridad”, prometiendo recortes de impuestos y de gasto, y “proeuropea”, pero crítica de la creación de desequilibrios económicos injustos en la zona euro por parte de Alemania.
Tras temores iniciales cuando los partidarios de Berlusconi se abstuvieron de dos votos clave en el parlamento el jueves, los mercados financieros apenas reaccionaron el viernes, posiblemente reflejando las miradas de muchos expertos sobre que las reformas de Monti no serán revertidas por un futuro gobierno.
Con el PDL quedando detrás de los Demócratas de centro izquierda por cerca de 20 puntos porcentuales en las encuestas de opinión, Berlusconi tiene que trepar una montaña. Pero las promesas de recortes tributarios y un tema de campaña Italia versus Alemania -especialmente después de la victoria de la Azzurra de 2-1 en las semifinales de la Euro 2012 en junio- podrían ser el truco populista que Berlusconi necesita para acortar esa brecha.