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Los físicos que venden tiempo a los corredores de bolsa

El laboratorio nacional de Reino Unido inventó un sistema unificado de medición para transacciones de alta velocidad.

Por: | Publicado: Viernes 2 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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Por Phillip Stafford

El comercio del siglo veintiuno se mueve entre continentes a velocidades incomprensibles para los humanos.Los bancos y los operadores de alta frecuencia a menudo presumen de ejecutar órdenes en milésimas de un segundo.

Sólo ocho de esos milisegundos es lo que tarda un corredor de bolsa en enviar una orden que atraviese las 800 millas entre Nueva York y Chicago. En comparación, un dedo humano tarda un promedio de 150.000 microsegundos (hay mil microsegundos en un milisegundo) en hacer clic con el mouse. Y una ventaja infinitesimal puede significar la diferencia entre obtener o perder un negocio.

Para los reguladores, este mundo se ha vuelto cada vez más difícil. Ahora, los cambios en la legislación europea han llevado a los mercados a repensar la forma de medir el tiempo en la era digital.

A principios de este año, la UE presentó sus reglas Mifid II, que requerirá que los bancos, corredores y administradores de fondos entreguen más información, incluyendo un sello de tiempo del momento en que ocurre cada transacción.

De hecho, Mifid II podría afectar el cronometraje infinitesimal de los mercados financieros mundiales tal como los ferrocarriles cambiaron cómo se midió el tiempo en el siglo XIX, según Leon Lobo, gerente de desarrollo comercial del National Physical Laboratory (NPL) del Reino Unido.

El NPL, en el tranquilo suburbio de Teddington, al suroeste de Londres, ha estado funcionando desde 1900.

El laboratorio es el instituto nacional de medición del Reino Unido (mantiene la hora oficial) y es responsable de realizar miles de calibraciones de alta precisión para la ciencia, física y tecnología. Ahora, ha encontrado un nuevo mercado: proporciona un punto de referencia para las computadoras superrápidas que mueven el comercio mundial del siglo XXI. Más de una docena de instituciones se han registrado, incluyendo Intercontinental Exchange, uno de los mayores operadores de comercio del mundo, y UBS, el banco suizo.

Un tiempo uniforme

“(El producto de NPL es) lo primero que casi está creando una red de tiempo en todo el mundo”, dice Lobo, exingeniero mecánico y óptico. Su trabajo ahora es, en efecto, vender tiempo.

Pero marcar el tiempo en todos los comercios de Europa para hacer una imagen coherente está plagado de problemas. Los relojes en las computadoras comerciales no están sincronizados colectivamente, por lo que el tiempo no es uniforme.

En mercados volátiles, las clases de activos pueden correlacionarse con una velocidad notable. Después de una serie de cuasi accidentes y una preocupación por la velocidad de las operaciones, los reguladores exigieron más información.

Pero dada su falta de experiencia en el área, los reguladores europeos inicialmente sugirieron que las marcas de tiempo se midieran a un nanosegundo (o una milmillonésima de segundo). “Tuvimos que escribirles para decirles que era físicamente imposible”, dice Lobo.

Los corredores y las bolsas ahora deben marcar los eventos con precisión y dentro de un marco definido en función de un estándar general global, conocido como Tiempo Universal Coordinado (UTC). Los operadores más rápidos pueden necesitar una precisión de 100 microsegundos.

Los desafíos

Incluso los requisitos modificados presentaron varios problemas.Un desafío fue el desvío: las computadoras operan en diferentes frecuencias y se desvían una de la otra a lo largo del tiempo. Corregirlo no es fácil.“Un evento que ocurrió antes de la corrección del reloj puede terminar con una marca de tiempo posterior a un evento después de la corrección”, dice Raymond Russell, director técnico de Corvil, un grupo de tecnología irlandés.

Y el hecho de que el tiempo dependía del Sistema de Posicionamiento Global (GPS), operado por la fuerza aérea de EEUU, creó aún más desafíos. Éste usa una red de satélites para enviar información sobre tiempo y posición a receptores en la tierra, pero, como explica Lobo, su potencia de transmisión es muy baja. “Tan poderosa como una bombilla en la luna”. La señal puede verse afectada por las condiciones climáticas solares o la acción humana. La tecnología puede bloquear o incluso secuestrar deliberadamente las señales inalámbricas.

El Reino Unido ha estimado que la ciudad de Londres experimenta entre 80 y 120 eventos de interferencia GPS al mes. Ello también podría interrumpir los esfuerzos de los reguladores por construir un sistema de auditoría confiable de la negociación en mercados financieros.

Todos estos problemas llevaron al NPL a un nuevo mercado y a una nueva respuesta: enviar tiempo por cable de fibra óptica, lo que significa que su señal no puede verse afectada. “Nos permite ser completamente invulnerables al sistema GPS. No hay nada como esto”, dice Lobo.

La señal en sí misma ha sido desarrollada durante cinco años por un equipo de seis científicos e ingenieros. Se mantiene con un reloj de cesio, un reloj atómico que se basa en energizar un isótopo de cesio para apuntalar su precisión. Según el laboratorio, a lo sumo solo se alejaría en un segundo durante 158 millones de años.

El equipo es tan sensible, que la habitación está cerrada la mayor parte del tiempo.

Lobo asume que el reloj se desviará, pero puede medirse exactamente y mantenerse en línea con el UTC y otros relojes nacionales. La señal ya se envía para usarla en mercados. Si los científicos del NPL tienen razón, Teddington se convertirá en un estándar de tiempo para una nueva era comercial.

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