Lo que las elecciones estadounidenses podrían significar para la inversión en mercados emergentes
Si Trump pierde, habrá una gran reasignación de capitales hacia los mercados del mundo en desarrollo.
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Steve Johnson
Los grandes inversionistas pueden mostrarse reacios a expresar públicamente sus pronósticos para la elección de mañana martes, pero la opinión predominante es que una victoria de Joe Biden sería buena para la mayoría de los países en desarrollo y ofrecería oportunidades que aún no se han traspasado a precios.
“A los mercados emergentes les iría mejor con la presidencia de Biden”, dijo Charles Robertson, economista jefe de Renaissance Capital, un banco de inversión de mercados emergentes.
Robertson argumenta que los mercados de acciones y bonos aún no han tenido en cuenta esa eventualidad, y que los grandes inversionistas aún están afectados por su incapacidad para anticipar la victoria de Donald Trump en 2016.
“No creo que nadie esté realmente preparado para apostar a lo grande. El impacto de 2016 fue tan significativo que la gente no se está posicionando de manera masiva porque simplemente no confía en las encuestas”, dijo. "Creo que veremos una gran cantidad de dinero reasignado a los mercados emergentes en todos los ámbitos" en caso de una victoria de Biden.
Tanto los fondos de acciones como los de bonos de mercados emergentes han sufrido salidas netas en lo que va del año, de US$ 25.800 millones y US$ 9.200 millones respectivamente, según datos de Morningstar, incluyendo vehículos de inversión pasivos y activos, aunque la venta se ha debido principalmente a una huida desde activos de riesgo en medio de la pandemia del coronavirus.
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Sin embargo, aunque otros factores han tenido un impacto, existe la percepción de que a los mercados emergentes les habría ido mejor si no fuera por Trump. Timothy Ash, analista de BlueBay Asset Management, argumentó que la presidencia de Trump "no ha sido buena para el crecimiento del comercio mundial", debido a la postura proteccionista de su administración.
“Los mercados emergentes son un indicador del crecimiento global y una victoria de Biden significa más crecimiento y comercio global”, añadió.
Históricamente, la valoración de los activos de los mercados emergentes a menudo ha estado impulsada por la fortaleza del dólar estadounidense. Cuando el dólar está débil, los inversionistas suelen sacar dinero de EEUU y colocarlo en áreas como los mercados emergentes, donde los rendimientos de las acciones y los bonos denominados en moneda local se ven mejor en términos de dólares. Cuando el dólar está fuerte, esta tendencia funciona a la inversa.
Gary Greenberg, jefe de mercados emergentes de Federated Hermes, dijo que una ola azul, una barrida limpia de los demócratas en la elección presidencial, la Cámara de Representantes y el Senado, resultaría en un paquete de estímulo federal más grande que el que entregaría una presidencia de Trump.
Esto no solo conduciría a un dólar más débil, argumentó, sino también a un crecimiento estadounidense más fuerte. Esta sería otra ventaja para los mercados emergentes, en particular para los exportadores de metales básicos como Perú, Sudáfrica e Indonesia y economías cíclicas como Chile, Corea del Sur y México, en varias de las cuales Hermes ha estado tomando posiciones.
“Con una ola azul comenzaremos a ver que la confianza global empieza a mejorar. La política estadounidense será más predecible y racional”, agregó Greenberg.
La opinión de Robertson es que un dólar más débil inducido por Biden permitiría a los bancos centrales del mundo en desarrollo mantener bajas las tasas de interés, contribuyendo al crecimiento. Mientras tanto, una política comercial más predecible debería dar a las empresas más confianza para invertir en el mundo emergente.
Sin embargo, Robertson también dijo que una ola azul podría desencadenar un estímulo fiscal tan grande que los inversionistas podrían querer "posicionarse en EEUU para aprovechar el impulso de crecimiento", lo que podría alejar dinero de los mercados emergentes.
Gobiernos autoritarios
Incluso si los mercados emergentes conservan su atractivo, es probable que el impacto de una victoria de Biden difiera entre países.
“No estoy seguro de que Rusia sea el lugar para estar si gana Biden, o Turquía. Los países con retórica y acciones agresivas no serán tolerados”, dijo Greenberg, con el mayor impacto potencialmente en el mercado de acciones de Rusia, dado que los inversionistas extranjeros han tenido una exposición enorme a Moscú durante algún tiempo.
“Es fácil considerar la lista de estados autoritarios y verlos a todos como perdedores: Rusia, Arabia Saudita, Turquía, Brasil”, dijo Ash.
Argumentó que Turquía tenía algunos "asuntos pendientes con Biden", quien fue vicepresidente durante un intento de golpe de estado en 2016 contra el presidente Recep Tayyip Erdogan que muchos turcos creen que fue respaldado por la administración Obama.
Sin embargo, sugirió que el presidente Biden “intentaría retomar las relaciones con Turquía”, dada su importancia como socio estratégico potencial y el deseo de enfocarse en Moscú.
"Rusia es un oponente estratégico de Estados Unidos, Turquía no lo es, es un aliado a largo plazo", dijo Ash, y agregó que Rusia es una amenaza mayor que China en términos de socavar la democracia occidental.
Tensión con China continuará
Sin embargo, la relación de Beijing con Washington será, con mucho, la más importante para los inversionistas pasivos de renta variable de mercados emergentes. Incluyendo Hong Kong y las acciones chinas que cotizan en EEUU, el país ahora representa un récord de 42,6% del ampliamente seguido índice MSCI EM, mientras que el peso de Rusia es de 2,6% y el de Turquía solo de 0,3%.
Y se cree que China probablemente permanecerá en la mira de Washington, sin importar quién ocupe la Casa Blanca.
Ash dijo que, aunque es más probable que una administración de Biden intente construir un apoyo multilateral para su postura contra China que si Trump permaneciera en el poder, agregó: “No va a haber mucha tregua con China. El robo de propiedad intelectual es el tema clave".