Por Ben Bland
Phnom Penh
Los esfuerzos de los líderes sudasiáticos para acordar un frente unido en sus disputas con China colapsaron por segunda vez consecutiva, lo que destaca una postura cada vez más autoritaria de Beijing.
Benigno Aquino, el presidente de Filipinas, desechó una declaración de Camboya, quien preside la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (Asean) y es un importante aliado de China, la que indicaba que el bloque había acordado no plantear las disputas del Mar del Sur de China en los foros internacionales.
“Hubo varios puntos de vista expresados ayer sobre la unidad de Asean que no notamos que serían traducidos a un consenso de Asean”, dijo Aquino en una reunión entre los líderes de Asean y Japón en Phnom Penh, la capital camboyana. “Para que quede claro, esto no fue nuestro acuerdo. La ruta de Asean es la única ruta para nosotros. Como un Estado soberano, es nuestro derecho defender nuestros intereses nacionales”.
China reclama casi todo el Mar del Sur de China, que contiene vastas reservas de petróleo, gas y peces, e importantes rutas globales de comercio. Los choques en el Mar Oriental y del Sur de China han escalado significativamente durante los últimos dos años, con Japón, Filipinas y Vietnam acusando a Beijing de perturbar la estabilidad regional al reclamar de manera agresiva los territorios en disputa.
Es probable que Barack Obama, el presidente de EEUU, presente el tema de seguridad marítima regional en la reunión de los 18 líderes del Asia Pacífico que se añade a las cumbres de Asean, en una jugada que probablemente enfurecerá más a Beijing.
China ha dicho por mucho tiempo que sus disputas con Brunei, Malasia, Filipinas, Taiwán, Vietnam en el Mar del Sur, y con Japón, en el Mar Oriental, deberían discutirse de manera bilateral.