¿La tercera es la vencida? Microsoft quiere usar la 5G para entrar al mercado de telecomunicaciones
El grupo de software se está asociando con los operadores en una puesta que corre el riesgo de generar tensiones.
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Nic Fildes en Londres
Durante años, Microsoft ha intentado sin éxito entrar al mercado de las telecomunicaciones para el consumidor. La compra de Skype por US$ 8.500 millones en 2011 fue su esfuerzo más relevante, al poner bajo su alero al entonces dominante servicio de telefonía y videollamadas basado en Internet. Pero Skype perdió su chispa cuando múltiples rediseños, cambios de estrategia y fallas de productos permitieron que rivales como Zoom, además de Hangouts y Teams, ambos de Google, pasaran a primer plano.
Dos años después, un intento por desafiar a Apple y convertirse en una empresa de teléfonos inteligentes propiamente tal fue aún menos exitoso. La compra en 2013 de la división de telefonía móvil de Nokia por US $ 7.200 millones fracasó, y el director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, cerró la unidad después de asumir el mando.
Y su intento de abrirse paso en el mercado de sistemas operativos móviles fracasó con Windows Mobile, presentado como una alternativa al duopolio Apple-Android, que solo se utiliza en una pequeña fracción de los teléfonos inteligentes del mundo.
Pero la empresa de software más grande del mundo no se ha rendido con las telecomunicaciones. En cambio, ha dirigido su atención al mercado empresarial y a los propios operadores.
Durante el último año Microsoft se ha asociado con operadores como Verizon, Vodafone y Deutsche Telekom para ayudarlos a implementar nuevas redes dedicadas basadas en 5G para clientes comerciales en mercados como el de fabricación y logística.
A medida que más empresas busquen implementar la 5G para transformar sus operaciones, minimizar los retrasos en la transmisión de datos a través de la red será mucho más crítico que para el mercado de consumidores, donde la última tecnología inalámbrica ha comenzado a capturar la imaginación con el lanzamiento del nuevo iPhone.
Para Yousef Khalidi, vicepresidente corporativo de Microsoft Azure para Operadores, ingresar al mercado era un “territorio natural para Microsoft”, dado que la 5G requería más potencia informática.
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Microsoft se está presentando a los operadores de red como un socio, prometiendo reducir las demoras al tener sus centros de datos, que ayudan a respaldar la red 5G, físicamente más cerca de los clientes comerciales. El mes pasado, la compañía lanzó una versión de su servicio de nube pública Azure dirigida a la industria de las telecomunicaciones como una declaración de intenciones.
Cautelosa recepción
Pero la ofensiva de Microsoft está creando tensiones. Khalidi insistió en que la empresa, cuya capitalización de mercado se ha disparado a US$ 1,6 billón (millón de millones), ha tenido que ser "humilde" en su enfoque dada su propiedad de Skype y que algunos operadores pueden verla como un posible rival en el potencialmente lucrativo mercado empresarial 5G.
“Hemos aprendido dónde deberían estar nuestros límites. No somos un operador y nunca seremos un operador. Somos una empresa de software”, dijo. “Ofrecemos todos los puntos de control que desean. Ellos (los operadores) son dueños totalmente del cliente".
Microsoft tampoco es la única empresa con ambiciones. Google, Microsoft, Amazon e IBM, apodados "hiperescaladores" en la industria, están utilizando sus posiciones en la nube pública como un trampolín para capitalizar la demanda de los clientes comerciales de servicios 5G.
Está en juego un mercado que, si bien solo representa una parte de sus ingresos trimestrales actuales, sigue siendo lucrativo y de rápido crecimiento. El grupo de investigación Analysys Mason predice que lo que ellos denominan como el mercado de la “nube de red”, que comprende funciones de software e infraestructura de nube, tendrá un valor de US$ 36 mil millones para 2025 y disfrutará de una tasa de crecimiento anual compuesta de 40%.
La presión sobre las empresas de telecomunicaciones para romper los lazos con Huawei, una importante potencia en el mercado europeo de computación en la nube, ha dado un impulso adicional a los gigantes tecnológicos estadounidenses en la era 5G.
"Huawei está siendo expulsada y hay un vacío", dijo Sylvain Fabre, analista de Gartner. “Hay una invasión en este sector… un avance de los vendedores de hiperescala".
Microsoft ha ido un paso más allá que rivales como IBM y ha impulsado el desarrollo de software para gestionar por sí mismo las redes de telecomunicaciones. Este año adquirió dos empresas especializadas, Metaswitch y Affirmed Networks, que la colocaron en el centro de la creciente convergencia entre las telecomunicaciones y la tecnología en la era 5G. Esos acuerdos también la ponen en una competencia más estrecha con Nokia, Ericsson y Huawei.
Khalidi, un veterano de Microsoft que ayudó a desarrollar el producto en la nube original de la compañía, Azure, bajo el nombre clave "perro rojo", dijo que los acuerdos habían ayudado a construir una "marca propia" en el sector, trayendo consigo a cientos de ingenieros especializados y las redes de relaciones existentes.
Caroline Chappell, analista de Analysys Mason, argumentó que la oportunidad para empresas como Microsoft va más allá de acuerdos como el que firmó el mes pasado con Verizon, la mayor empresa de telecomunicaciones de Estados Unidos, para combinar 5G y computación en la nube.
Con más grupos de telecomunicaciones construyendo 5G como un sistema basado en software separado de los elementos de hardware, un proceso llamado virtualización, algunas empresas pueden optar por basar sus redes en la nube pública en lugar de en sus propios centros de datos. “El gran premio que buscan todos los proveedores de nube pública es la red de telecomunicaciones en sí misma”, dijo.
Arma de doble filo
Pero para los operadores de red, el interés de las Big Tech es un arma de doble filo. Durante casi dos décadas han tratado de resistir a los grupos tecnológicos más grandes del mundo que, al ofrecer llamadas de voz y productos de mensajería gratuitos, han amenazado con “comerse el almuerzo” de los operadores. Y algunos siguen siendo cautelosos.
José María Álvarez-Pallete, presidente y director ejecutivo del grupo español Telefónica, lanzó una andanada contra el poder de las empresas de tecnología en el mundo de los datos en una conferencia conjunta de Financial Times y la Asociación de Operadores de Redes de Telecomunicaciones Europeas el mes pasado.
Señalando la disparidad en las valoraciones entre un sector de telecomunicaciones en contracción y la industria de la tecnología en auge, pidió a la Comisión Europea que "ponga fin a la expropiación de redes de nueva generación" mientras respaldó las medidas de Bruselas para una mayor regulación de las Big Tech. “Ese es el camino correcto”, dijo.
La propiedad de Microsoft sobre Skype significa que la compañía estadounidense es un "competidor en el límite", según un ejecutivo de telecomunicaciones. El hecho de que la empresa pueda apuntar directamente a partes del mercado de las telecomunicaciones, como proporcionar redes privadas para empresas, solo aumenta su nerviosismo con respecto a las intenciones últimas de Microsoft. "El jurado está deliberando sobre lo que realmente van a hacer", agregó el ejecutivo.
Comprar a Nokia
De hecho, algunos creen que Microsoft tiene el potencial de avanzar aún más en el sector de las telecomunicaciones. La compañía de investigación CCS Insight sugirió el mes pasado que podría intentar adquirir al grupo finlandés Nokia, convirtiéndose en una compañía de equipos de telecomunicaciones de pleno derecho que ofrezca equipos de nube, software y radio.
En febrero, el fiscal general de EEUU William Barr dijo que el país, ya sea directamente o a través de empresas estadounidenses, debería considerar tomar participaciones en Nokia o Ericsson para ayudar a construir un competidor internacional más fuerte frente a Huawei. Cualquier movimiento de este tipo representaría un tercer intento por parte de Microsoft por utilizar a Nokia como un conducto para aumentar su presencia en las telecomunicaciones después de las incursiones de su sistema operativo y teléfonos.
Pero Khalidi desestimó la idea de que el grupo pueda adquirir una participación en Nokia, diciendo que es más probable que Microsoft continúe asociándose con empresas de hardware en el lado de la industria de chips y radio. “Sabemos dónde están nuestros límites”, dijo.