Por Helen Warrell
David Cameron aseguró que es “imaginable” que el Reino Unido pueda dejar la Unión Europea (UE), un reconocimiento relevante acerca de que una salida es posible a pesar de que él estaría en contra de la medida.
El primer ministro hizo los comentarios mientras ponía al día a los miembros del Parlamento sobre los resultados de la no concluyente cumbre de la UE de la semana pasada dirigida a estabilizar la zona euro. Cuando se le preguntó si preveía un retiro británico del bloque de 27 miembros, Cameron afirmó: “todos los futuros para el Reino Unido son imaginables”. Luego aclaró su argumento diciendo que una salida “no es mi preferencia”.
Cameron hizo la declaración a medida que recibe mayor presión de los diputados conservadores euroescépticos para que endurezca su línea sobre Europa, dada la potencial amenaza electoral del partido de la Independencia del Reino Unido (Ukip en inglés), que defiende el retiro total de la UE.
La potencia del mensaje del Ukip fue reforzada durante el fin de semana por tres encuestas diferentes que mostraron un aumento en el apoyo que coloca al partido en tercer lugar después de los laboristas y los conservadores, muy por delante de los liberales demócratas.
Se espera que Cameron delinee su posición acerca de las relaciones con Europa en un importante discurso sobre esta materia. Definiría su visión del rol del Reino Unido fuera de una eurozona integrada, aunque manteniendo estrechos vínculos con el mercado único, la política de comercio y la política exterior. Sin embargo, el discurso ha sido retrasado en diversas ocasiones, y el primer ministro confirmó ayer que no se realizaría hasta mediados de enero. Mientras Cameron ha bromeado con la naturaleza “tántrica” de su forma de hacer política respecto de Europa, a medida que la fecha de su discurso es repetidamente aplazado, la postergación señala desacuerdos dentro de Downing Street sobre qué debería decir.
Ed Miliband, el líder laborista, rápidamente capitalizó esto durante la declaración de la Cámara de los Comunes, acusando al primer ministro de “estar indeciso y dilatar”.
“¿No es tiempo de que deje de seguir a su partido sobre Europa y comience a liderarlos?”, preguntó.
Hubo evidencia inmediata de agitación de diputados conservadores cuando el miembro Edward Leigh desafió a Cameron durante el debate: “¿Cuándo se le dará al pueblo británico su derecho democrático, concretamente la elección entre ser parte de una unión aduanera o de la Unión Europea?”.
La respuesta posterior del primer ministro diciendo que no estaba a favor de un referéndum “inmediato” para decidir si seguían o no en el bloque fue bien recibida por algunos de su propio partido como evidencia de que tal plebiscito podría ocurrir, pero causó consternación entre los laboristas senior.