La industria de cruceros quedó en el ojo de la tormenta del coronavirus
Más de 50 recorridos han sido cancelados, siete puertos han cerrado y miles de planes de vacaciones han sido interrumpidos desde el brote del virus.
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Las vacaciones de ensueño se han convertido en una pesadilla para los pasajeros de crucero atrapados en medio del brote de coronavirus en China.
Cerca de 3.700 personas quedaron abandonados frente a la costa de Japón, en cuarentena por dos semanas a bordo del Diamond Princess, con más de 540 pasajeros mostrando señales de infección. Otro barco, el Westerdam, está en cuarentena en Camboya luego de ser desviado repetidamente en el Mar del Sur de China, y de que se le negara el ingreso a otros cinco países.
Aunque las instancias de infección han quedado limitadas a dos barcos hasta ahora, ambos propiedad de Carnival Corporation, la industria de cruceros de US$ 45 mil millones enfrenta una batalla por recuperar la confianza de sus clientes.
Más de 50 cruceros han sido cancelados, siete puertos han cerrado y miles de planes de vacaciones han sido interrumpidos mientras las autoridades luchan por evitar la expansión del coronavirus.
“Si disminuye ahora, entonces probablemente sea manejable”, dijo Alex Brignall, analista de Redburn que cubre la industria de cruceros. “Si sale de Asia en un crucero, será muy diferente”.
Las acciones de los tres mayores operadores de cruceros -Carnival, Royal Caribbean y Norwegian Cruise Line- han caído entre 10% y 16% desde principios de año a medida que los inversionistas muestran su preocupación.
Las propias compañías han advertido que las reservas para todas las regiones han sido “suaves” desde el brote.
Royal Caribbean afirmó la semana pasada que las cancelaciones, junto con una moratoria sobre las navegaciones programadas en Asia hasta fines de abril, provocarían una caída de cerca de 12% en las ganancias este año. Carnival se refirió a un golpe de casi 14% por acción si los itinerarios asiáticos se cancelan hasta mayo.
Importancia de Asia
Asia es un mercado pequeño, pero creciente, para los cruceros. El número de pasajeros asiáticos subió a cerca de 4,2 millones en 2018, frente a 1,2 millones cinco años antes, según la Asociación Internacional de Lineas de Cruceros (CLIA, su sigla en inglés). Más de la mitad de ellos eran chinos.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), los chinos que viajaron al exterior gastaron US$ 277 mil millones en 2018, más que cualquier otra nacionalidad.
Costa, una marca de Carnival y la primera en ofrecer cruceros por China, lanzó un barco específicamente para el mercado chino en mayo de 2019, con siete salas de karaoke y casinos más grandes.
Royal Caribbean, la segunda compañía de cruceros más grande del mundo, tiene dos cruceros programados para viajar a China este año. No han hecho cambios a esos planes.
“Ya hemos adoptado acciones agresivas para minimizar el riesgo a través de restricciones de embarque y cambios de itinerario”, dijo Richard Fain, director ejecutivo de Royal Caribbean en un comunicado la semana pasada.
La CLIA afirmó que las compañías de cruceros han sido “ágiles y han respondido” a la situación.
La industria ha enfrentado crisis antes. El hundimiento del Costa Concordia en 2012 frente a la costa de Italia provocó 32 muertos. Un año después, 4.200 pasajeros y tripulación quedaron atrapados en el Carnival Triumph por casi una semana sin energía luego de que se incendiara una sala de motores.
Pero “chocar un crucero no es contagioso, tampoco lo es quedarse sin electricidad”, comentó Brignall.
Seguridad a bordo
A medida que los operadores esperan que se retome la navegación en Asia, la industria ha sido rápida en subrayar la rigurosidad de sus procedimientos sanitaros regulares.
“Hacemos chequeos durante el viaje y también al inicio. La tripulación está entrenada para estar atentos a pasajeros enfermos”, dijo un ejecutivo de la industria, que no quiso revelar su nombre. “Es una de las cosas en la que colocamos más valor”.
Todos los cruceros tienen una sala de hospital y a los pasajeros se les incentiva regularmente a limpiarse las manos.
Desde el brote del coronavirus, las grandes compañías han comenzando a realizar escáner de temperatura obligatorios antes de abordar y a los pasajeros de China se les ha prohibido viajar.
También han pagado millones de dólares en compensación. En base a un precio de cabina promedio para el próximo año, la cancelación de un crucero de 12 días a capacidad completa de Norwegian desde Hong Kong le costaría a la compañía US$ 2,3 millones en devoluciones.
Pero mientras los clientes son compensados por los viajes cancelados, la mayoría de las líneas de cruceros no tienen seguros comerciales para cubrir situaciones como el brote de coronavirus porque las primas son castigadoramente altas.