M. Arnold y A. Vladkov en Frankfurt
Steffen Bork ve los 25 camiones parados en su empresa de transporte familiar en Alemania central como una clara evidencia de que la falta de conductores en Europa está llegando a un punto "extremadamente peligroso".
“Desde hace meses, nuestro negocio se ha caracterizado por una aguda escasez”, dijo Bork, la tercera generación de su familia en administrar la empresa. “Algunos de nuestros clientes tienen libros de pedidos desbordados. Debido al cuello de botella de conductores, se ha acumulado una enorme presión".
Las preocupaciones de Bork son la última señal de que el repunte de Europa tras la pandemia está creando fricciones generalizadas por el lado de la oferta, a medida que las empresas luchan por encontrar suficientes trabajadores o materiales para satisfacer la creciente demanda, lo que ralentiza la recuperación económica.
El aumento de la actividad económica después de que se relajaran las restricciones del coronavirus en Europa a principios de este año produjo una "carga de trabajo muy alta para los conductores y despachadores, lo que a su vez ha llevado a insatisfacción y renuncias", dijo. Aproximadamente 10% de los 290 camiones de su empresa están sin conductor, dijo, y agregó: "Hay una gran insatisfacción de los clientes con nuestro incumplimiento de los plazos".
La escasez de conductores de vehículos pesados es generalizada en toda Europa, llegando a 80 mil en Alemania y 400 mil en toda la Unión Europea, según asociaciones industriales. Advierten que es probable que la situación empeore debido al envejecimiento de la población activa (la edad media de los conductores es superior a 50 años) y a las dificultades para contratar a jóvenes.
Sin embargo, hasta ahora no hay indicios de que el impacto en la UE sea tan severo como en Reino Unido, donde se ha desplegado al ejército para entregar combustible a las estaciones de servicio, los puertos están llenos de contenedores esperando ser entregados y algunos estantes de los supermercados están vacíos.
La crisis del país se ha atribuido en parte al Brexit. El número de conductores de camiones se redujo en 29 mil en los doce meses hasta marzo, una caída de 9,5%, según la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, sigla en inglés). Más de la mitad de la baja se debió a una disminución de 36% en el número de ciudadanos de la UE que trabajan como conductores en Reino Unido, dijo la ONS.
"En Alemania y en toda la UE tenemos el mismo problema que en Reino Unido, pero en Reino Unido se agravó con el Brexit", dijo Dirk Engelhardt, presidente de la Asociación Federal de Transporte, Logística y Eliminación de Mercancías de Alemania.
Engelhardt atribuye la escasez de conductores en la UE a los bajos salarios, la mala imagen del trabajo entre los jóvenes y el mal trato a los trabajadores. “Cuando los conductores realizan entregas a las grandes empresas industriales, ni siquiera se les permite usar los baños”, dijo. “Son tratados como animales. Esto debe terminar".
Horst Kottmeyer, propietario de una empresa de transporte con 300 camiones en el noroeste de Alemania, ha intentado contratar personal de Polonia, República Checa y los países bálticos. "Pero mientras tanto, la escasez de conductores también ha llegado a estos países", dijo.
A Kottmeyer le preocupa que la situación pueda agravarse una vez que las automotrices y otros grupos industriales se recuperen de la escasez de materiales relacionada con la pandemia, como los semiconductores, que han frenado la producción.
En agosto, una caída mensual de 17,5% en la producción alemana de vehículos de motor y remolques dejó la producción industrial general en la mayor economía de Europa 9% por debajo de los niveles prepandemia.
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Nueva regulación
A otros les preocupa que cuando entren en vigor el próximo año leyes laborales más estrictas de la UE sobre el transporte comercial por carretera, conocido como Paquete de Movilidad, la crisis podría profundizarse. La regulación hará que los conductores de camiones sean elegibles para el salario mínimo de cada estado miembro en el que conduzcan para la mayoría de los trabajos fuera de su país de origen, un número mínimo de descansos y regresar a su base de operaciones cada ocho semanas.
Pero Isabelle Maitre, de la federación nacional de transporte por carretera de Francia, cree que las nuevas normas mejorarán la imagen del sector e impulsarán la contratación. "Estamos tratando de atraer a más mujeres jóvenes para que se unan a la industria", dijo.
La escasez de mano de obra también está afectando a otras industrias a medida que la economía de la eurozona se recupera y el desempleo vuelve a caer a niveles prepandemia.
La proporción de empresas de la UE que dijeron que la escasez de personal es el principal freno a la actividad alcanzó niveles récord en los sectores industrial y de la construcción en septiembre, según la encuesta mensual de la Comisión Europea.
Al igual que en EEUU y Reino Unido, muchos restaurantes y bares europeos han tenido dificultades para contratar personal desde que reabrieron después de los bloqueos por coronavirus. Más de un tercio de los constructores alemanes dijeron que carecían de trabajadores en una reciente encuesta del Instituto Ifo en Munich.
De vuelta al trabajo
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Sin embargo, la tasa de desempleo de la eurozona fue de 7,5% en agosto, muy por encima de los niveles de EEUU o Reino Unido. Los economistas dicen que es probable que la escasez de mano de obra en la región disminuya a medida que las personas que dejaron la fuerza laboral durante la pandemia vuelvan a buscar trabajo, los esquemas de licencia expiren y se eliminen las restricciones de viaje restantes del Covid-19.
Enzo Weber, jefe de investigación del Instituto de Investigación del Empleo en Nuremberg, dijo que su índice de escasez de mano de obra en Alemania se mantuvo por debajo de los niveles prepandemia, a pesar de haber aumentado considerablemente desde la primavera (boreal). “Hemos tenido una severa redirección de la migración desde Brexit”, dijo. "Los nuevos inmigrantes ya no van a Reino Unido, van a Alemania, Francia u otros países y estos trabajos, como constructores y conductores de camiones, suelen ser realizados por inmigrantes".
Y si bien la escasez de conductores en Reino Unido ha llevado a que los barcos se desvíen del puerto principal de Reino Unido en Felixstowe porque está lleno de contenedores, los tres grandes puertos de la UE de Rotterdam, Amberes y Hamburgo dicen que confían en poder manejar su excepcionalmente alto volúmenes de carga.
Para los camioneros alemanes, los problemas de Reino Unido han sido positivos en al menos un sentido: crear conciencia de lo muy mal que pueden salir las cosas si no se aborda la escasez de mano de obra. “La situación actual en Reino Unido realmente nos ayuda”, dijo Engelhardt. "El gobierno tiene miedo de que sucedan las mismas cosas aquí".
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