Por Vivianne Rodrigues
Los mercados domésticos de bonos de América Latina se han profundizado considerablemente en la última década. Se acabaron los días en que los bancos regionales preferían prestar exclusivamente a grandes empresas o reinvertir grandes cantidades de deuda soberana.
El rápido crecimiento de la región en la última década trajo una nueva ola de compañías, entidades crediticias e inversionistas a los mercados de capital locales a medida que las necesidades financieras crecieron bruscamente.
Sin embargo, mientras el tamaño de los mercados de bonos domésticos en los países más grandes de América Latina se más que duplicó desde 1995, según datos de BIS, comparada con otras regiones en desarrollo —en particular Asia del este—, sigue quedándose atrás.
Respecto del Producto Interno Bruto, los mercados de bonos son pequeños y los segmentos más desarrollados continúan siendo los de los bonos soberanos, un legado de la dependencia de la región en un alto endeudamiento del gobierno para financiar los grandes déficit. El número de firmas que emiten bonos o que atraen participación extranjera es todavía pequeño y los vencimientos son cortos.
Incluso en Brasil, la mayor economía de la región, las ventas totales de deuda corporativa alcanzaron 76 mil millones de reales (US$ 38 mil millones) en los primeros nueve meses de 2012, según Anbima, la asociación de mercados de capital. Eso se compara con más de
US$ 400 mil millones de ventas de bonos corporativos en Asia del este en los primeros seis meses del año, según cifras del Banco de Desarrollo Asiático.
Además, los títulos de deuda de muchas empresas no son transados por períodos extensos. Esta ausencia de cuotas de precio en mercados secundarios impide que muchos inversionistas institucionales tengan ese tipo de valores, lo que hace perder una importante fuente de liquidez. Como resultado, cuando las compañías latinoamericanas quieren levantar mucho dinero, todavía tienen que ir a los mercados de deuda de Estados Unidos.
Las compañías latinoamericanas han vendido un acifra récord de US$ 68.400 millones de bonos en Estados Unidos este año, impulsadas por la emisión de algunos de los grupos más grandes de la región, incluyendo Petrobras de Brasil, Codelco de Chile y Mexichem de México, según datos de Dealogic.
“Los mercados de deuda en América Latina han sido bastante líquidos en el frente soberano. Durante muchos años, los bonos soberanos suministraron un activo virtualmente libre de riesgo, con rendimientos atractivos”, dice Sebastien Chatel, director ejecutivo de Brasil Plural, un operador bursátil en Nueva York.
Chatel agrega que la perspectiva para los mercados de deuda está mejorando dramáticamente gracias en parte a los agresivos esfuerzos de los gobiernos por reducir el diferencial de las tasas de interés de referencia.