Los inversionistas se están apresurando a comprar algunos de los bonos más riesgosos vendidos por las empresas mientras apuestan a que Donald Trump cumplirá sus promesas de una economía más fuerte, menores impuestos y menor regulación.
La demanda por bonos basura ha hecho caer los rendimientos de la deuda con las menores calificaciones crediticias hacia el nivel de 10% luego que más de US$ 10.000 millones fluyeran a fondos que invierten en este clase de activos desde diciembre.
La deuda de grupos ranqueados con triple C, uno de los niveles más bajos en el universo de los altos rendimientos, ha aumentado casi dos tercios desde el año anterior, cuando el rendimiento promedio para esa parte de mercado basura alcanzó un máximo de 21,7%. Los rendimientos bajan a medida que el precio del bono sube.
La actual racha alcista de los mercados permitió extender el crédito a deudores más riesgos a términos atractivos, con los grupos de alto rendimiento recaudando
US$ 41.000 millones en EEUU este año, incluyendo el refinanciamiento de deudas anteriores – el monto más grande para el mismo período desde 2013, según Dealogic.
“Las personas se sienten más cómodas para asumir riesgo, alentados por el optimismo sobre las nuevas políticas y la mentalidad de riesgo”, dijo Raman Srivastava, vice jefe de inversiones de Standish Mellon Asset Management.
El sentimiento alcista de los inversores, sin embargo, llega en momentos en que crece la preocupación por el futuro del mercado de bonos basura de EEUU de US$ 2,2 billones (millones de millones), partiendo por una inminente “pared de vencimientos” de US$ 1 billón que enfrentarán las empresas de menor rating en los próximos cinco años, un nivel récord según Moody´s.
Los vencimientos llegarán a su peak en 2021, cuando más de US$ 400.000 millones de bonos y préstamos tendrán que ser pagados. Al mismo tiempo, las agencias advierten que los ratings de los préstamos se han “deteriorado significativamente”.
Pero los impuestos corporativos más bajos prometidos por el nuevo presidente liberarían efectivo para el pago de intereses de las empresas con rating basura, mientras que la menor carga regulatoria aumentaría los márgenes, dicen los inversionistas y los estrategas. Los premios por riesgo de las deudas corporativas de alto rendimiento y de grado de inversión –la medida del diferencial que piden los inversionistas por preferir estos bonos por encima de los del Tesoro de EEUU– han caído dentro de 259 puntos, según datos de Bank of América.
Eso se compara con el peak de más de 650 puntos base hace un año atrás, cuando una abrupta caída en los precios de las materias primas y los temores a la ralentización de China, provocaron extendida turbulencia en los mercados. “La preocupación ha caído al fondo desde la llegada de Trump”, dijo Mary Bowers gestora de cartera de HSBC. “Eso quedó completamente en el olvido tras su triunfo”.