Por Simon Mundy
Seúl
Las importaciones de Corea del Sur cayeron casi 6% en julio, informó ayer el banco central, destacando la disminución de la demanda doméstica que refleja los vientos económicos en contra que enfrenta la región.
Debido a que la economía orientada a las exportaciones ha sido dañada por la desaceleración de sus mercados principales, China, Europa y EEUU, la debilitada confianza ha dañado la demanda doméstica de los consumidores y de las empresas.
Esto resultó en que las importaciones disminuyeran a US$ 41.300 millones en julio, por debajo de los US$ 43.800 millones del año anterior.
Una menor caída en las exportaciones, 4%, a US$ 46.600 millones, junto con cambios en el balance de pagos de servicios y otras áreas de ingresos, derivó en que el superávit de la cuenta corriente creciera 62% a
US$ 6.100 millones.
No es buena señal
Los economistas dijeron que la ampliación del superávit no era una señal de buena salud. “Hay una relación negativa entre el balance de la cuenta corriente de Corea del Sur y el crecimiento económico”, comentó el analista de Nomura, Kwon Young-sun, añadiendo que el mayor superávit destacaba hasta qué punto los fabricantes de manufacturas estaban disminuyendo la producción y las inversiones.
La confianza empresarial cayó a un mínimo de cuatro años en julio, según el Banco de Corea. Ronald Man, un economista de HSBC, dijo que era razonable esperar que en los próximos meses haya más caídas en las exportaciones coreanas, la que declinaron en cinco de los siete primeros meses del año.