Por C. Nuttall, R. Waters y B. McCarthy
Hewlett-Packard se hunde en un escándalo contable por su compra en 2011 de la firma británica de software Autonomy, tras amortizar US$ 8.800 millones en el valor del acuerdo por US$ 11.000 millones.
La firma estadounidense de tecnología ha denunciado que los “graves” problemas contables en Autonomy son responsables de más de
US$ 5.000 millones en amortizaciones.
La CEO de HP, Meg Whitman, señaló que tras recibir información de un ejecutivo de Autonomy, luego del despido de su fundador Mike Lynch en mayo, inició una investigación interna sobre las faltas ocurridas antes de la compra.
Lynch, que dejó HP luego de que Autonomy incumpliera previsiones presupuestarias por un amplio margen, negó las acusaciones y acusó a HP de manejar mal su antigua firma desde la operación. “Las cifras son una locura. Las cosas tendrían que haber ido muy mal para justificar una amortización de US$ 8.800 millones”, dijo a FT.
HP informó sus hallazgos a las autoridades regulatorias británicas e iniciará acciones legales para intentar recuperar dinero para los accionistas. La acción cayó 12% a US$ 11,72 por la noticia, su menor nivel en una década.
HP señaló que no hubo alertas cuando Deloitte y KPMG realizaron el due diligence. “Ninguno de ellos registró lo que vemos ahora luego que alguien viniera para llevarnos en la dirección correcta”, acotó Whitman. Negó decir si habrá acciones legales contra las auditoras. Varios de los consejeros más influyentes de Silicon Valley respaldaron el negocio. Frank Quattrone, el negociador más conocido del sector, trabajó para Autonomy junto a bancos como Goldman Sachs, UBS, Citibank, JPMorgan y Bank of America. Perella Weinberg y Barclays asesoraron a HP.
El multimillonario escándalo hace recordar a otros de hace una década, como la firma de telecomunicaciones WorldCom y la firma energética Enron.
Las acusaciones también pondrán bajo foco a la junta directiva de HP, observada con recelo por analistas por su manejo de una serie de contrataciones y despidos de CEO.
Whitman dijo que los arquitectos del negocio, su predecesor Léo Apotheker, y Shane Robison, jefe de estrategia, han dejado el grupo. La junta, que Whitman integraba en aquel momento, apoyó el acuerdo. “Nos sentimos muy mal por eso”, dijo en una conferencia con analistas.
Lynch, que logró US$ 800 millones con la venta de su firma, acusó a
HP de buscar distraer la atención de lo que según él son “los peores resultados en sus 70 años de historia”.
“HP realizó la due diligence con centenares de personas involucradas y luego administró el negocio por un año. Tienes que ser muy incompetente para no ver algo así por un año”, señaló.
Whitman indicó que HP sigue comprometida un 100% con Autonomy y su “tecnología líder en la industria”.