Kim Jong Nam, el alejado medio hermano mayor del líder norcoreano Kim Jong Un, fue asesinado en un ataque en el aeropuerto de Kuala Lumpur, confirmó la policía de Malasia ayer, en un aparente asesinato.
El hombre de 46 años fue atacado por una mujer que cubrió su cara con un trapo con líquido mientras esperaba un vuelo a Macau, dijo Fadzil Ahmat, una autoridad policial del país. Fue confirmado muerto tras ser llevado a un hospital.
Kim alguna vez fue considerado heredero del fallecido Kim Jong Il, el ex líder coreano, pero su suerte cambió luego de que fuera arrestado en un aeropuerto de Tokio con un pasaporte falso en 2001, aparentemente en camino a Disneyland en esa ciudad.
Desde que llegó al poder tras la muerte de su padre en 2011, Kim Jong Un ha intentado despiadadamente cimentar su posición como líder supremo del país. En 2013, su tío, Jang Sung-taek, fue expulsado del oficialista Partido de los Trabajadores de Corea. Los medios estatales del país reportaron más tarde que fue ejecutado.
Si se prueba que Pyongyang orquestó la muerte de Kim, “significa que Kim Jong Un tiene el control absoluto sobre todos los aparatos del sistema norcoreano”, dijo Youngshik Bong, experto en Corea del Norte de la Universidad de Yonsei en Seúl. “Este es el toque final de la consolidación del poder. No hay controles y equilibrios”, dijo. Pero aseguró que la acción podría significar que el líder norcoreano ha demostrado su poder, lo que le permitiría lograr un acuerdo con el presidente estadounidense, Donald Trump, sin aparecer débil.
Pyongyang encendió las alarmas el domingo cuando lanzó un misil de prueba de mediano alcance por primera vez desde la llegada al poder de Trump, en lo que los observadores vieron como una acción calculada para probar al líder estadounidense. Trump, quien recibía a Shinzo Abe, primer ministro de Japón, en ese momento, contestó sólo con una declaración en que apoyaba a su “gran aliado” en Tokio.