Por Ben McLannahan
El gobierno japonés está preparando un presupuesto fiscal con mayor gasto y se espera que sea el más grande desde la crisis de Lehman. Japón tiene por objetivo aumentar el crecimiento económico en la alicaída economía.
Se espera que el gobierno nipón informe el viernes que financiará un gasto extra de alrededor de 2% del PIB.
Aunque el gabinete no dio detalles del paquete, el periódico local Yomiuri afirmó que el aporte del gobierno estaría entre 12 billones (millones de millones) de yenes (US$ 137 miles de millones) y 13 billones de yenes.
Shinzo Abe, el recién electo primer ministro de Japón, dijo que una política fiscal “flexible” era una de las “tres puntas de lanza” de su estrategia económica junto con una política monetaria “audaz” y medidas específicas para elevar el crecimiento, que se anunciarán a mediados de año.
El paquete de estímulo, diseñado por el ministro de Economía y Fiscal Akira Amari, será “el primer intento de Japón por revivir económicamente” dijo Shinzo Abe.
Él y su partido recibieron a Japón en medio de una economía estancada, una caída en las exportaciones y una baja demanda doméstica. El PIB cayó a una tasa anual de 3,5% entre julio y septiembre, tras una caída más moderada el trimestre anterior y un grupo de economistas espera una tercera baja en el último trimestre de 0,5%. El estímulo fiscal fue uno de los principales compromisos de campaña de Abe en las elecciones del mes pasado y puede ayudar a elevar el PIB real a alrededor de 2% en el próximo año fiscal, según los economistas. Proyectos como reparaciones de túneles y escuelas y hospitales a prueba de terremotos son las obras públicas que dominarán el gasto, explicó Kiichi Murashima en Tokio.
El aumento del gasto fiscal ha creado preocupaciones de que la nueva gestión del Partido Liberal Demócrata está volviendo al derroche que su administración hizo en 1990, gestión que dejó la deuda nacional en 220% del PIB en 2012.