Por Amy Kazmin
El gobierno de India ha propuesto prohibir la contratación de niños menores de catorce años, mientras trata de presionar a más jóvenes a asistir a la escuela y enfrenta un asunto que ha manchado la imagen del país como potencia económica en ascenso.
La enmienda propuesta a las leyes laborales infantiles existentes en India impondría un castigo de tres años de cárcel y una multa de 50.000 rupias (US$ 900), para cualquiera que contrate a niños menores de catorce años sin importar el tipo de trabajo, y a quienes contraten a menores de 18 años para trabajar en industrias peligrosas.
Si la enmienda es aprobada por el parlamento (fue aprobada por el gabinete esta semana), será una señal que marcará el fin de la larga tolerancia oficial en India a la inevitabilidad de que los niños pobres tengan que incorporarse a la fuerza laboral.
Los defensores de los niños y los derechos humanos, como también la Organización Internacional del Trabajo, recibieron la iniciativa como un punto de referencia en el debate del trabajo infantil en India, aunque admiten que su aplicación será un gran desafío.
“El tiempo es absolutamente adecuado”, dijo el economista y miembro del influyente Consejo Asesor Nacional, A.K. Shivakumar, que recomienda políticas al Partido del Congreso. “Realmente han reconocido que los beneficios a largo plazo de la educación son mucho más importantes que las ganancias a corto plazo del trabajo infantil”.
El número de niños en la fuerza laboral de India es un asunto de debate.
Una medición realizada en 2009 por el Ministerio de Estadísticas, estimó el número en cerca de cinco millones, pero Unicef estimó que alrededor de 28 millones de niños menores de catorce años están trabajando, dos tercios de ellos en agricultura, trabajando la tierra de su propia familia y también contratados por otros agricultores.
El acta de trabajo infantil de 1986 prohíbe que niños menores de catorce años trabajen en cualquier tipo de industria peligrosa, como en la minería y fábricas químicas, mientras que en 2006 la ley fue corregida para prohibir que los niños trabajaran como sirvientes domésticos, en restaurantes al lado de la carretera y en puestos de té.
Pero hasta ahora, las autoridades indias han resistido una prohibición completa del trabajo infantil, porque sienten que dañarán a los hogares pobres que dependen de lo que ganan sus hijos para llegar a fin de mes, o a los trabajadores artesanos que traspasan sus habilidades de padre a hijo.
“Ellos realmente creen que las familias pobres necesitan la ayuda de los niños para traer dinero”, explica Shivakumar.
Pero el actual gobierno, liderado por el Partido del Congreso, ha estado trabajado para aumentar la protección de los niños y presionarlos más para que asistan a la escuela.
El Acta de Derecho a la Educación de 2009 establece que los niños entre seis años y catorce años tienen el derecho fundamental de tener una libre educación provista por el gobierno.