Un desafiante teniente-coronel llamado Hugo Chávez lideró la semana pasada a miles de soldados a Caracas, en un atrevido intento por derribar al presidente de Venezuela.
“Es un golpe del estado”, declaró el paracaidista en una boina roja justo antes de ser capturado. “Los que quieren un futuro diferente sin corrupción, sin miseria, los que quieren una patria, quédense conmigo”, dijo.
Nada de eso pasó realmente la semana pasada. Chávez murió hace casi cuatro años. Se trata del episodio de estreno de una biografía televisiva de 60 capítulos que muestra la vida del carismático líder venezolano, que de inmediato generó controversias en América Latina y que no fue transmitida en su país natal.
La ex esposa de Chávez calificó a la serie “El Comandante” como “podrida”, mientras que su sucesor, Nicolás Maduro, la tildó como “basura”, aparentemente sin mirarla. El show molestó tanto al gobernante Partido Socialista que decidió encargar una serie rival que prometió mostrará una imagen distinta.
La herencia de Chávez
En una entrevista tras mostrar el primer capítulo de “El Comandante” en la ciudad colombiana de Cajica, Andrés Parra, quién interpretó el papel de Chávez, admitió que “las reacciones que recibo de la gente son muy viscerales”.
“Nadie en Venezuela puede escapar de la figura de Chávez”, dijo el actor, más conocido por su interpretación televisiva de Pablo Escobar, el narcotraficante colombiano.
La herencia de Chávez es significativa en el país que está viviendo su crisis social y económica más profunda. Chávez llegó a ser presidente en 1999, siete años después de que el golpe fallido lo hizo un héroe nacional, tras prometer aliviar la extendida pobreza en Venezuela. Pero él también legó a Maduro una economía dependiente del petróleo que se balanceaba entre la recesión, la inflación de dos dígitos y los cortes de suministro de alimentos.
Desde que en 2013 Chávez sucumbió al cáncer y Maduro llegó a desempeñar sus funciones, los problemas de Venezuela han aumentado. La caída en los precios del petróleo también afectaron, pero la mala administración y control de precios y divisas impuesto en 2003 tuvieron la culpa principal.
Moisés Naím, ex ministro de Comercio de Venezuela que produce el show de Sony Pictures Television, defendió su serie, diciendo: “no es una biografía, es una ficción”. Chávez fue un sujeto digno, ya que fue “quizás el político más talentoso que hemos tenido”.
Para Naím, junto con “el Che Guevara y Fidel Castro, pertenece a la trilogía de líderes latinoamericanos que adquirieron una fama global. Pero también tenemos que mostrar que mientras concentraba su poder, creó un modelo que tiene mucho que ver con la catástrofe que Venezuela está viviendo hoy. Eso irritará al gobierno”, aseguró.
Sony no licenció la serie en Venezuela, lo que significa que técnicamente no fue prohibida en el país. Pero Carlos Correa, del grupo Espacio Público, dijo que algunos operadores locales de cable fueron advertidos por los funcionarios estatales de no transmitirlo.
Contraataque del gobierno
Ernesto Villegas, ministro de Comunicaciones, negó acusaciones de censura, aunque los funcionarios hicieron una campaña en contra del show con el eslogan “aquí no hablamos mal de Chávez”. Las mayores críticas surgieron antes de que se estrenara la serie. Los partidarios de Chávez creen que ésta fue hecha por emigrados que desprecian a su ex líder.
Maduro anunció este fin de semana que encontró dinero para una representación distinta de la vida de Chávez. Adán Chávez, hermano del ex presidente y actual ministro de Cultura, dijo que una serie con financiamiento estatal llamada “El verdadero Chávez” está en desarrollo.