Por Guy Dinmore y Giulia Segreti, Roma
Silvio Berlusconi anunció anoche que estaba dispuesto a renunciar a postular a un cuarto mandato como primer ministro si Mario Monti, el premier tecnócrata de Italia, accede a liderar una alianza “moderada” en las elecciones de 2013.
La oferta de Berlusconi de dar marcha atrás -hecha sólo cuatro días después de anunciar su candidatura- podría profundizar aún más la confusión en el ya de por sí agitado escenario político local.
Su sorpresivo anuncio ocurrió a un día de intensas especulaciones en Roma de que reconsideraba su posición tras indicios de división en su partido Pueblo de la Libertad (PDL), de centro derecha, y claras muestras de oposición de líderes europeos y el establishment eclesiático.
El multimillonario de 76 años, que renunció hace trece meses para abrir paso a Monti luego que los mercados de deuda pusieran en jaque las finanzas italianas, recordó que en octubre había instado al primer ministro a liderar una coalición de moderados en los comicios, pero que Monti había rechazado la idea.
“Si cambia su posición, yo no tendría problemas en renunciar (...) No tengo ambiciones personales”, afirmó Berlusconi, aunque reiteró sus dudas de que Monti pase de tecnócrata designado a político en campaña.
Monti declaró el sábado que renunciará cuando el Parlamento apruebe el presupuesto de 2013, ya que el partido de Berlusconi había retirado el apoyo a su gobierno la semana pasada. Su decisión adelantó en un mes los comicios generales, con el 17 de febrero como fecha probable.
A pesar de la presión internacional y el apoyo de la Iglesia católica, el ex profesor de Economía se ha negado a revelar sus intenciones. Algunos políticos han dicho que ha conversado su posible candidatura con pequeños grupos centristas opuestos a Berlusconi, y que anunciará su decisión tras la disolución del Parlamento, probablemente en la semana previa a Navidad.
Monti podría considerar la propuesta de Berlusconi como un cáliz envenenado. Berlusconi dijo que seguirá liderando su partido y que actuará como “coordinador” de la coalición que propone.
A pesar de su baja popularidad en los sondeos, el PDL probablemente siga siendo una fuerza importante en el Parlamento, y mantendrá a Monti como rehén.
Últimamente, Berlusconi ha tomado una creciente postura populista anti-austeridad. Acusó a la política económica de Monti de profundizar la recesión y de doblegarse ante una Alemania dominante en Europa.
Anoche Berlusconi aseguró tener una “relación excelente” con Monti, pero advirtió que ha sido influenciando por la “izquierda” y Pier Luigi Bersani, líder del Partido Democrático (PD).
El PD lidera los sondeos pero también está dividido en materia económica luego de que Bersani superara en primarias internas a Matteo Renzi, el alcalde reformista de Florencia.