Por Guy Dinmore
, Roma
Silvio Berlusconi está planeando una “guerra de guerrillas” en el parlamento luego de las elecciones el próximo mes, dicen sus aliados, confiado en que su nuevo pacto con el derechista Liga del Norte evitará una victoria clara de sus rivales de centro izquierda.
Resistiendo lo más posible para mantener su relevancia a pesar de los escándalos sexuales y casos judiciales, Berlusconi logró un difícil pacto ayer con el objetivo de aferrarse a regiones clave.
“Habemus papam”, proclamó Berlusconi, usando el latín para “tenemos Papa”, luego de lograr el acuerdo con Roberto Maroni, líder del partido radicado en Milán Liga del Norte y ex aliado.
Incluso si el centro derechista Pueblo de la Libertad de Berlusconi pierde el voto nacional el 25 de febrero frente a los demócratas de centro izquierda en la Cámara Baja -como predicen las encuestas de opinión- él podría negarle el control del Senado si mantiene las dos regiones del norte de Lombardía y Véneto, así como también Sicilia, donde tiene una alianza electoral con partidos del sur. “Paralizaremos el Senado y lo haremos ingobernable”, afirmó un senador cercano a Berlusconi que pidió anonimato. “Será una guerra de guerrillas”, agregó.
A diferencia de las últimas elecciones en 2008, que fueron ganadas por Berlusconi en una carrera a dos bandos entre la derecha y la izquierda, los cálculos electorales este año se complican por la entrada de Mario Monti, el primer ministro tecnócrata que formó una alianza centrista, y por el sorprendente éxito del Movimiento Cinco Estrellas contra el establishment.
Cercanos a Berlusconi, un maestro de las tácticas de sobrevivencia, asegurán que él está confiado en que Monti tomará más votos de la centro izquierda que de su propio equipo, que recuperará partidarios descontentos a través de promesas de recortes de impuestos y mano dura contra lo que el magnate de los medios llama la “hegemonía” económica de Alemania.
La participación de Monti estaba moviendo al partido de Berlusconi más hacia la derecha populista y exponiendo rupturas dentro de los demócratas entre los moderados y los izquierdistas de la vieja guardia, comentó Nicholas Spiro, analista de bonos soberanos. “También está preparando el escenario para un parlamento mucho más fragmentado y una rara coalición de gobierno (entre los demócratas y los centristas de Monti) con poco apetito de reformas”.