Por Richard McGregor
Washington
Los chinos que quieren invertir en Estados Unidos no deberían tener que someterse a “chequeos de antecedentes políticos”, dijo un importante miembro del Partido Comunista al cierre de conversaciones comerciales de alto nivel con sus colegas en Washington.
Wang Qishan, el saliente viceprimer ministro responsable de comercio y finanzas, afirmó en una cena a la que asistieron miembros del gabinete estadounidense el viernes que no había razón para que se les preguntara a los inversionistas chinos por sus afiliaciones políticas.
“¿Cómo pueden revisar si pertenecen al Partido Comunista o a otros partidos?”, preguntó, agregando que a los estadounidenses no se les formulan preguntas similares sobre su política cuando invierten afuera.
Wang acaba de ser ascendido al círculo cercano del politburó de siete miembros, el órgano más poderoso del partido gobernante, y pronto asumirá su rol como jefe anticorrupción del partido.
Sus comentarios sobre las verificaciones políticas tocan una queja de larga data de los chinos: que las compañías estatales son discriminadas injustamente cuando tratan de invertir en Occidente.
Los ejecutivos de las empresas estatales chinas son todos designados, y removidos, por el brazo encargado del personal del Partido Comunista.
Sin embargo, China mantiene que las compañías son entidades de negocios independientes que toman decisiones basadas en temas comerciales, no siguiendo la dirección del partido gobernante o del gobierno.
Un informe del Congreso publicado en octubre advirtió a las compañías estadounidenses que no hicieran negocios con Huawei, un fabricante privado de equipamiento de telecomunicaciones, debido a preocupaciones de seguridad.