El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, aseguró en una entrevista con Financial Times que la decisión de acudir al rescate de los bancos españoles pone de manifiesto que la UE puede actuar de forma contundente a corto plazo, y señaló que él mismo había convencido a un reticente Mariano Rajoy de aceptar la ayuda en el transcurso de una conversación telefónica que tuvo lugar la semana pasada.
Barroso señaló a este diario que los 27 países de la UE deberían someter a sus grandes bancos a un único supervisor transfronterizo dentro de una unión bancaria que entraría en vigor el próximo año. A su juicio, la UE tiene que ir más allá del aumento de las medidas legislativas propuesto la semana pasada por su institución y dar “un paso muy grande” hacia una mayor integración si el bloque quiere sacar alguna lección de la crisis.
El plan, que también incluiría un esquema de garantía de depósitos para toda la Unión y un fondo de rescate financiado mediante impuestos a las entidades financieras, podría cerrarse el año que viene y sin que suponga cambios en los actuales tratados del bloque, señaló Barroso.
“Creo que ahora existen unas condiciones para ir más lejos que, francamente, no teníamos antes”, aseguró.
“Existe una mayor conciencia ahora entre los estados miembros europeos sobre la necesidad de avanzar en términos de integración, especialmente en el área del euro. Esta es la lección de la crisis”, sentenció el presidente de la Comisión Europea.
Sin embargo, George Osborne, el ministro de Finanzas británico, ha insistido en que Reino Unido no formará parte de ninguna unión bancaria que responsabilice a sus contribuyentes de recapitalizar los bancos de la eurozona o que ponga a sus mayores bancos bajo el control de un supervisor de la UE.
La propuesta de Barroso respecto a este supervisor daría poder a una autoridad europea para liquidar un banco e imponer pérdidas a los tenedores de bonos sin la aprobación de las autoridades nacionales.
También pretende acelerar las propuestas del plan de garantía de depósitos que principalmente se gestiona a nivel nacional. El hecho de que Barroso sugiera que se podría lograr ese nivel de integración sin cambios en los tratados también podría provocar objeciones en Alemania.
A pesar de este escollo, Barroso cree que tanto Londres como Berlín son ahora más conscientes de la necesidad de un régimen bancario a nivel de toda la UE.