Por Michiyo Nakamoto
Tokio
Shinzo Abe, el próximo primer ministro japonés, pidió al presidente del Banco de Japón (BoJ, su sigla en inglés) establecer una meta de inflación de 2%, lo que presenta un dilema para el duro banco central a medida que se acerca una reunión de política monetaria que durará dos días.
Abe, quien llevó al Partido Liberal Democrático (PLD) a la victoria el domingo en las elecciones generales al hacer un llamado a un relajamiento monetario “ilimitado” y una política económica reflacionaria, hizo la solicitud directamente a Masaaki Shirakawa, el gobernador del BoJ, quien ha establecido una meta de inflación de 1% y ha estado reticente a relajar más agresivamente.
La renovada presión del próximo gobierno pone a Shirakawa en un aprieto porque Abe ha amenazado con desafiar la independencia del BoJ a menos que coopere. “Le dije que quería una meta de inflación de 2%... y forjar una política acorde con el BoJ para alcanzar ese objetivo”, comentó Abe.
El intercambio ocurrió ayer durante una reunión con Shirakawa, después de la victoria de los liberal-demócratas. Como líder del PLD, Abe se transformará en el nuevo primer ministro de Japón cuando se convoque a una sesión especial de la Dieta el 26 de diciembre. Si el BoJ está de acuerdo, sería la primera vez que un pacto de este tipo se logre entre el gobierno y el banco central en Japón, y sería un brusco cambio de política de parte del BoJ, que en el pasado se ha resistido a formar un acuerdo de política con una meta de inflación obligatoria.
Abe también quiere reiniciar el consejo sobre política fiscal y económica, un cuerpo que establece la política liderado por el primer ministro, el que sería “la torre de control para la política macroeconómica”.
Su punto de vista de que un relajamiento más agresivo desde el banco central es crítico para reflacionar la economía contrasta con la postura del BoJ de que Japón ya posee “condiciones financieras extremadamente acomodativas”, dijo Shirakawa en un discurso en noviembre.
El Boj ha dicho que busca elevar los precios al consumidor en el mediano a largo plazo en hasta 2%, pero de momento, su meta de inflación será 1%. Abe dijo el lunes que la victoria del PLD reflejó el apoyo público a su iniciativa para más relajamiento de política monetaria y dejó claro que él consideraría modificar el acta del BoJ, que le da autonomía con respecto al control monetario y de divisas, si es necesario.