La presidenta argentina, Cristina
Fernández, anunció hoy que en el primer semestre del año la economía
del país creció el 8,1%, al tiempo que criticó al
"establishment internacional financiero".
"Desde algún lugar pretenden calificar riesgos y quieren venir a
convencernos a los argentinos de que estamos en problemas", señaló
Fernández.
La mandataria aludió así a Standard & Poor's (S&P), que el pasado
lunes bajó la nota global de la deuda soberana argentina, debido a
un "perfil financiero más débil" y un escenario político "más
complejo".
Durante un acto en la sede del Instituto Nacional de Tecnología
Industrial, Fernández dijo que el crecimiento de la economía fue del
"8,5 por ciento en los últimos doce meses", al adelantar
estadísticas oficiales de junio pasado que se darán a conocer esta
semana.
"Lo que desde algunos sectores, fundamentalmente el establishment
internacional financiero, tal vez nunca nos perdonen es haber
negociado como hicimos nuestra deuda externa y recuperado el sistema
de decisión en la economía nacional luego de la cancelación de la
deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI)", agregó.
La calificadora de riesgo estadounidense S&P bajó la nota de la
deuda soberana argentina desde "B+" a "B" el mismo día en que el
Gobierno anunció la recompra de bonos públicos que vencen en los
próximos 18 meses a valores un 25 por ciento por debajo de su valor
nominal.
Los títulos soberanos experimentaron una fuerte caída la semana
pasada, luego de que Argentina colocó en Venezuela unos 1.000
millones de dólares de deuda pública, al convalidar una tasa de
interés del 15 por ciento.
Según algunos analistas, esa operación fue interpretada por los
inversores como una señal de desesperación para conseguir fondos a
cualquier precio, pese a que el Gobierno asegura que la situación
fiscal es positiva.
Además, la medición oficial de la inflación también está en el
centro de una controversia, luego de que el Instituto Nacional de
Estadística y Censos (INDEC) informara que los precios al consumidor
subieron en julio pasado un 0,4 por ciento respecto a junio.
La fiabilidad de los datos sobre la inflación del INDEC ha sido
puesta en duda por economistas, asociaciones de consumidores y los
propios empleados del organismo desde que a inicios de 2007 la
dirección introdujo cambios metodológicos en la medición de los
precios que, según varios consultores privados, han crecido casi el
triple de lo informado oficialmente.