La jornada inaugural de la Ronda de Doha fue un día en que
se revivieron los argumentos que han bloqueado la Ronda de Doha durante siete años.
El grupo de los 33 (G-33) exigió a los países más ricos una serie de claúsuslas
de salvaguarda para sus productos agrícolas. El rechazo por parte de los
mandatarios europeos y estadounidenses no se hizo esperar, aunque a última hora
de la tarde la UE anunció masivas reducciones en sus subvenciones en
agricultura.
El comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, dijo que
la UE está dispuesta además a rebajar en casi 100.000 millones de euros (unos
US$ 158.000 millones) el límite máximo de sus subvenciones agrícolas.
Los aranceles agrícolas se recortarán al menos un 54%. Según el portavoz de
Mandelson, Peter Power, el recorte llegará al promedio de 60%. Un anuncio que
va de la mano a la propuesta de desmantelar la Política Agraria Común
(Pac) realizada em mayo.
Todo en función de un acuerdo
La UE espera así enviar una señal a los países emergentes
como Brasil, México o la India, que sólo están dispuestos a hablar de la
reducción de sus aranceles para productos industriales y servicios después de
que las naciones ricas acepten recortes en sus aranceles y subsidios agrícolas.
El problema ahora es saber a quién le corresponde hacer el
primer movimiento. Mandelson señaló que la UE eliminará totalmente sus
excedentes de exportación agrícola en caso de llegar a un acuerdo. Y en el caso
de productos no agrícolas, Europa reducirá los aranceles por valor de un billón
de euros "sin excepciones ni subterfugios".
Estados Unidos también se ha mostrado dispuesto a dar un
paso más en la
liberalización. La representante comercial norteamericana,
Susan Schwab, reafirmó el compromiso de su país con el éxito de las
negociaciones. "Sabemos que pertenecemos a los miembros con la mayor
responsabilidad de liderazgo, y estoy aquí porque Estados Unidos está dispuesto
a avanzar y asumir la responsabilidad", dijo Schwab.
Desacuerdo entre los emergentes
Sin embargo, no existe un acuerdo entre los países en vías
de desarrollo. Existe un grupo de de países que pretenden eliminar tanto
subsidios como aranceles para los productos agrícolas, mientras que también se
ha formado un segundo grupo que reclama el llamado "derecho
industrial".
A este segundo grupo pertenecen Brasil, Argentina,
Filipinas, Sudáfrica, Tanzania y Venezuela entre otros, y reclaman que sus
productos agrícolas deberían poder acogerse a medidas proteccionistas al tiempo
que los países más ricos deben reducir sus aranceles. De este modo, estos
países obtendrían una ventaja para poder culminar el proceso de desarrollo de
sus economías.
El ministro de Industrias Ligeras y Comercio de Venezuela,
William Contreras, defendió ayer esta postura. "Venezuela forma parte de
un grupo que defiende, fundamentalmente, el derecho al desarrollo industrial y
hemos dejado claramente establecido que nosotros no vamos a hacer los mayores
aportes a cambio de nada", explicó Contreras en un contacto telefónico
desde Ginebra con el canal estatal "VTV".
Asimismo, el ministro venezolano indicó que los países en
desarrollo asumen el "compromiso" de aceptar los textos que están
sobre la mesa "a cambio de promesas futuras". Sin embargo, señaló que
políticamente, los países desarrollados y especialmente Estados Unidos, no
están en condiciones de cumplir con sus promesas.