Según una encuesta trimestral de intención de voto en México realizada por el periódico El Universal y la encuestadora Buendía & Laredo, el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) está liderando a medida que se acercan las elecciones legislativas de junio de 2015.
El sondeo, que encuestó a mil personas entre el 8 y el 12 de noviembre, sugería que, si la elección fuera ahora, el PRI obtendría 30% de los votos, seguido por el centro derechista Partido Acción Nacional (PAN) con 16% y el centro izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) con 10%. El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), liderado por el ex candidato presidencial del PRD Andrés Manuel López Obrador, recibieron 6% y 3%, respectivamente.
Sin embargo, el porcentaje de votantes indecisos se mantiene alto con 29%, un alza de siete puntos porcentuales desde la encuesta de agosto.
El PAN parece haber perdido la mayor cantidad de terreno desde el sondeo previo (una baja de siete puntos porcentuales), mientras que el PRI y el PRD se mantienen estables.
Si bien la gran mayoría de los sondeados (43%) se ve a sí mismos como independientes, 31% se identifica con el PRI, 13% con el PAN (un declive de cuatro puntos porcentuales, similar a una tendencia registrada en las intenciones de voto) y 7% con el PRD.
De manera interesante, 55% de los encuestados preferiría que el partido del presidente no obtuviera una mayoría en la Cámara de Diputados (Cámara Baja) –comparado con 34% que cree lo opuesto– luego de una consistente tendencia al alza desde la introducción de la encuesta en 2009 (cuando la cifra correspondiente fue de 26%).
Inmune a la crisis
Los resultados de la encuesta entregan una lectura interesante, dada la gran crisis política que enfrenta la administración del presidente Enrique Peña Nieto luego de la desaparición y supuesto asesinato de 43 estudiantes en Iguala, una ciudad en la región de Guerrero, a fines de septiembre, y un escándalo que involucra una casa de US$ 7 millones, cuya propiedad fue transferida a la primera dama, Angélica Rivera, por el gigante de los medios Televisa en 2010.
Los resultados parecen indicar que el partido del presidente ha retenido su ventaja a pesar de los últimos eventos, y sugiere que la oposición ha fracasado en capitalizar los escándalos a su favor.