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Oposición japonesa se une en una agenda anti-nuclear

Por: | Publicado: Viernes 23 de diciembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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El plan de energía a largo plazo del gobierno prevé que los reactores nucleares suministren 22% de la energía que Japón necesita para 2030, una meta que posiblemente no sea alcanzada si el lento ritmo de reinicio continúa. No hubo generación nuclear entre septiembre de 2013 y agosto de 2015, tras el desastre de Fukushima. El número de reactores operativos ha sido reducido desde alrededor de 50 a 43, y solo tres de ellos están actualmente activos, con dos interrumpidos por una orden judicial que se basa en el reclamo de seguridad de los residentes locales. Según la Federación de Compañías Eléctricas de Japón (un grupo industrial local), dos reactores más están paralizados luego de obtener el visto bueno de seguridad por parte de la Autoridad de Regulación Nuclear, que adoptó nuevos pero más duros requisitos en julio de 2013.

Distintos frentes

Debido al lento ritmo de los progresos, lo más probable es que Japón no logre tener más de quince reactores operativos para 2021. Pero incluso la idea de que más reactores regresen a la actividad está amenazada por el riesgo siempre presente de un gran terremoto similar al de la escala y magnitud que sacudió la prefectura de Kumamoto en abril de este año. En el frente político, el movimiento anti-nuclear está ganando fuerza. El Partido Democrático, el Partido Comunista de Japón (JCP), el Partido Liberal y el Partido Social Demócrata (SDP) están uniendo fuerzas para juntar a los candidatos en contra del Partido Liberal Demócrata (LDP) en las próximas elecciones para la Cámara de Representantes (la cámara baja del parlamento). Éstas deberían llevarse a cabo en diciembre de 2018 pero quizá sean adelantadas para 2017.

Anticipar los comicios es una apuesta política del primer ministro, Shinzo Abe, quien está esperando poder extender su permanencia en el cargo para encabezar la implementación de las reformas constitucionales. El período actual finaliza en 2018, pero el debate en torno a los cambios constitucionales apenas ha empezado y probablemente se extenderá mucho más allá de 2018, dejándolo prácticamente sin tiempo para prepararse para un referendo. Con su socio de la coalición, Komeito, y su aliado, Nippon Ishin no Kai (Iniciativas para Osaka) de su parte, el LDP no necesitaría adelantar las elecciones para reunir los dos tercios necesarios tanto en la cámara baja como en la alta para lanzar un referendo. Pero Abe está apostando a que un éxito en las eventuales elecciones parlamentarias en 2017 le permitan presidir el proceso al menos hasta 2021. El partido probablemente aprobará la propuesta para extender a tres el límite actual de dos plazos para el presidente. Salvo desafíos significativos, el cambio en las normas del partido dejaría a Abe como presidente del LDP hasta 2021.

La oposición ve el profundo trasfondo de la inquietud pública sobre la energía nuclear como el asunto clave con el que puede desafiar el dominio de la coalición actualmente en el poder. Eventos recientes sugieren que la balanza pareciera estar inclinándose a favor de la oposición. La elección de octubre de un nuevo gobernador en la prefectura de Niigata fue un gran triunfo para la plataforma anti-nuclear de la oposición. Ryuichi Yoneyama, un activista no político anti-nuclear, derrotó a un rival fuerte respaldado por el LDP en una elección dominada por preocupaciones sobre una planta nuclear local operada por la estatal Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO). Yoneyama fue respaldado por el JCP, el SDP y el Partido Liberal en su campaña en contra de reiniciar alguno de los siete reactores nucleares de Niigata.

Marea a favor de la oposición

La derrota en la elección tiene un impacto gigantesco en la estrategia nuclear de Abe, porque la planta Kashikwazaki-Kariwa de Niigata representa más de la mitad del portafolio de TEPCO, de once reactores. El renacer de TEPCO es crucial para la estrategia nuclear de largo plazo del gobierno (la empresa fue rescatada por el gobierno en 2012, enfrentó millonarios pagos de compensación debido a las fugas de radiación de los reactores nucleares dañados por el terremoto y tsunami de 2011). Ya enfrenta millonarios costos de desactivación de seis reactores en el recinto de Fukushima Daiichi, algunos de los cuales sufrieron daño catastrófico tras el tsunami y terremoto de 2011. Aunque la reactivación de reactores en otros recintos ayudaría a compensar algunos de estos costos, no es la motivación principal. En cambio, el reinicio de estos reactores nucleares y otros está diseñada para enviar una señal fuerte al público de que la industria tiene la capacidad de sobreponerse a los desastres y que todavía debería ser una fuente clave de generación eléctrica.

Junichiro Koizumi, un ex primer ministro del LDP, ha expresado su oposición a la energía nuclear y se ha convertido en un crítico abierto de la política nuclear de su partido. En una conferencia de prensa en noviembre, llamó a los opositores a usar el tema anti-nuclear como plataforma para derrotar al LDP en las próximas elecciones parlamentarias, apuntando a lo que veía como una fuente de respaldo público. El llamado de Koizumi contra la reposición de reactores tiene un peso significativo porque él fue un defensor de la energía nuclear durante su período en el poder, entre 2001 y 2006. Sus críticas hacia cómo el gobierno hizo frente a TEPCO y los altos costos para la ciudadanía asociados con la operación de limpieza de Fukushima hacen eco en muchos votantes que aún no están convencidos con la idea de restaurar la energía nuclear como defiende el gobierno.

Resultados eleccionarios

Si el rechazo público a la reactivación de los reactores se expande hacia todo el país, especialmente entre las provincias que no tienen plantas nucleares, y el impulso concertado de la oposición gana apoyo, el resultado de la próxima elección general podría cambiar el statu quo de la política hacia la energía nuclear y obligar a una replanteamiento de los planes de reactivación. Las iniciativas para construir nuevos reactores o expandir los existentes podrían enfrentar fuertes obstáculos. Creemos que la coalición gobernante sobrevivirá a la próxima elección, pero el reciente incidente político en Niigata probablemente la hará diseñar medidas de contingencia antes de los próximos comicios.

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