En una reunión con una delegación de Taiwán el 26 de septiembre, el presidente de China, Xi Jinping, dijo que la “reunificación pacífica” y el modelo de “un país, dos sistemas”, que permite cierta autonomía a Hong Kong y Macao, eran los principios guía del gobierno para resolver la separación política entre Taiwán y China.
Aunque su intención era mostrarlo como un camino hacia la unificación a través del estrecho, el respaldo de Xi a la fórmula de “un país, dos sistemas”, probablemente va a aumentar la preocupación en Taiwán respecto de una mayor integración con el territorio continental. Este modelo fue desarrollado por las autoridades de Beijing durante las negociaciones de reunificación de Hong Kong y Macao. Su intención era aplacar los temores a nivel local sobre la reunificación permitiendo que ambos territorios retuvieran algo de su autonomía respecto de sus asuntos políticos y económicos bajo la forma de una Región Administrativa Especial (SARS, sigla en inglés). Sin embargo, las actuales protestas pro democracia en Hong Kong han subrayado las discrepancias sobre cuál es el nivel de autonomía que el modelo permite.
El sorpresivo uso del término “un país, dos sistemas” por parte de Xi, la primera vez que lo mencionaba en público desde que se convirtió en jefe del Partido Comunista Chino en 2012, sugiere que pretende abordar el tema de la unificación de una manera más directa. Las autoridades de China continental habían desistido de usar la fórmula en los últimos años, prefiriendo en vez de eso utilizar formas menos contenciosas de describir las relaciones inter estrecho que son más aceptables en Taiwán, que se autogobierna.
Aunque esto ha proporcionado un marco para que ambas partes negocien vínculos económicos y de transporte más estrechos, Xi parece creer que se está acercando el momento de abrir la discusión sobre temas más espinosos. Previamente había señalado que la solución política para Taiwán no puede ser heredada de “generación en generación”.
Fórmula inaceptable
Los comentarios probablemente van a aumentar la desconfianza de Taiwán hacia Beijing. Aunque Xi probablemente adoptó la fórmula de “un país, dos sistemas”, para señalar la disposición de Beijing a comprometerse en cualquier discusión sobre la unificación, una solución bajo esos términos no sería una perspectiva atractiva para los residentes de Taiwán, que han estado siguiendo de cerca los eventos en Hong Kong. Un vocero del presidente de Taiwán, Ma Ying–jeou, calificó la fórmula de “inaceptable” como una base para las negociaciones. Ma también ha dicho que comprende y apoya la demanda de Hong Kong de sufragio universal.