La mina de cobre más grande de Perú, Antamina, retomará la producción después de una huelga que duró casi un mes. Sin embargo, la huelga generó dudas sobre la dependencia de Perú de la producción minera en el evento de que el súper ciclo de commodities comience a perder fuerza y los precios empiecen a bajar. La huelga también destacó la relación en ocasiones turbulenta entre los gigantes mineros y las comunidades locales (y trabajadores), quienes han sentido que los beneficios de los proyectos no se han expandido lo suficiente.
El 10 de noviembre los trabajadores comenzaron una huelga en Antamina luego del quiebre de las negociaciones por mayores salarios. La huelga sería indefinida, pero luego se acordó que terminara a principios de diciembre. La mina Antamina está ubicada en la región central de Áncash y es propiedad de la angloaustraliana BHP Billiton (33,75%), la anglosuiza Glencore Xstrata (33,75%), la canadiense Teck Resources (22,5%) y la japonesa Mitsubishi (10%).
La mina es la más productiva de Perú: representó cerca de un tercio de la producción de cobre de Perú en 2013. Sin embargo, la producción comenzó a caer en 2014, con Antamina reportando un descenso de 16% en los primeros nueve meses del año, a 273.411 toneladas. Esto ha sido un causante directo de la huelga, ya que los trabajadores están demandando que la administración de Antamina aumente los pagos de repartición de utilidades, que han caído en línea con la menor producción. Los trabajadores han demandado un bono para compensar la diferencia, argumentando que el brusco declive ha minado sus estándares de vida. La administración argumentó que el bono dañaría la rentabilidad y reduciría el potencial de alza de sueldos en el largo plazo, en momentos en que cae la producción y los ingresos.
Auge minero
La disputa en Antamina es un indicativo de un tema más amplio en todo Perú. Como uno de los mayores productores mineros del mundo, Perú ha disfrutado de años de alto crecimiento económico, impulsado por crecientes exportaciones de minerales y un alto nivel global de precios. De hecho, en 2013 el ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, predijo optimistamente un alza de 10% en la producción minera en 2014, con un aumento de 17% sólo en el cobre, como resultado de los nuevos proyectos que entrarán en producción.
Sin embargo, un año después el panorama no se ve muy positivo. Pese a que Antamina destaca que la caída en la producción se debe al descenso de los grados del mineral y debería repuntar a mediano plazo, la producción de otros minerales también ha bajado. Se estima oficialmente que la producción de cobre crecerá 9% en 2014, lo que sigue siendo sólido para los estándares globales, pero por debajo de los niveles de crecimiento recientes de Perú. Sin embargo, Merino espera que la producción de oro retroceda 20% este año, como resultado de la maduración de las minas.
Asimismo, el gobierno lanzó una batalla contra la minería ilegal, lo que ha resultado en una caída de producción de las minas ilegales. Merino sigue siendo positivo sobre las perspectivas de mediano plazo para la industria del cobre, y espera que la producción crezca 30% en 2015. Sin embargo, la producción de oro sigue bajando hasta 2017, cuando nuevas minas empiecen a aumentar la producción.
Mientras tanto, el panorama global también se ve menos positivo. La demanda de China está disminuyendo a medida que el crecimiento se mantiene por debajo de los niveles de la última década, lo que ha impactado a los precios globales. Los precios del cobre están en US$ 6.650 la tonelada, frente a US$ 7.400 a principios de año, mientras que el oro ha caído desde un peak de US$ 1.370 la onza troy en marzo a US$ 1.160 la onza troy. Como respuesta, la inversión en la industria minera de Perú ha bajado, reduciendo el ritmo en el cual los proyectos iniciarán su producción entre 2015 y 2017.
Como resultado, en septiembre el Ministerio de Finanzas redujo su pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto a 4,2%, desde 5,7%. Y en octubre, el Banco Central de Reserva del Perú bajó su pronóstico a 3,1% para 2014 y a 5,5% para 2015.
El gobierno del presidente Ollanta Humala está intentando mantener una alta tasa de expansión y a mediados de año lanzó un paquete de incentivo a la inversión. Sin embargo, la huelga en Antamina es un indicador temprano del tipo de problemas sociales que surgen cuando la economía se desacelera.
Han habido protestas esporádicas desde que Humala asumió el poder. Estas protestas se relacionaban con la explotación de recursos naturales, en especial proyectos mineros y de hidrocarburos. Pese a que Humala ha intentado acallar las protestas introduciendo nuevos requerimientos de consulta y negociación, podrían resurgir los desórdenes si los proyectos no son vistos como proveedores de beneficios suficientes para las comunidades locales. Y esta huelga podría ser la antesala.