EEUU ha visto una firme expansión, creciendo a una tasa anual de más de 3% en cuatro de los últimos cinco trimestres, la envidia del resto del mundo desarrollado. Pero no es inmune a los tropiezos en la economía global. Las exportaciones cayeron en septiembre y el crecimiento del PIB en el tercer trimestre probablemente será corregido de 3,5% a 3%. Aunque el impulso se va a sostener en el último cuarto, sus motores van a cambiar, con el gasto de los consumidores compensando algo de la debilidad de las exportaciones.
Los temores de que la desaceleración global pueda afectar a EEUU aumentaron luego de que el dato de comercio estacionalmente ajustado de septiembre mostrara que las exportaciones de bienes y servicios cayeron US$ 3 mil millones, a un mínimo de cinco meses. Esto, sumado con el pequeño incremento en las importaciones, provocó que el déficit se ampliara 7,6% a US$ 43 mil millones, el mayor desde mayo. El retroceso de las exportaciones se sintió en todos los mercados, con las ventas cayendo en los envíos a Europa, China, Japón y Latinoamérica. Las exportaciones a Canadá y México, sus dos mayores socios comerciales, también cayeron.
Tendencia se mantendrá
Las cifras de comercio mensuales son volátiles y EIU normalmente no les da demasiada importancia. Pero hay razones para creer que los datos de septiembre pueden anticipar un giro hacia la baja, a medida que la demanda externa se debilita. En octubre, EIU recortó sus estimaciones para el crecimiento global en 2014 (a tipo de cambio de mercado) de 2,4% a 2,3%. La preocupación se concentra en Europa, donde las fuerzas deflacionarias están aumentando y las autoridades intentan desesperadamente evitar una nueva recesión. Las perspectivas inmediatas para Rusia y Brasil, entre los BRIC, tampoco son auspiciosas, con la primera afectada por sanciones y el segundo por mal manejo y baja inversión. China se mantiene como un faro, pero su luz brilla cada vez menos; el crecimiento se desaceleró en el tercer trimestre a su menor ritmo desde 2009.
La demanda global más débil va a afectar las exportaciones de EEUU y, junto con ello, un dólar más fuerte reducirá su competitividad.
Importaciones planas
Del otro lado, las importaciones se van a estancar, limitando el avance del déficit comercial. Las importaciones prácticamente no han crecido desde 2012, porque el incremento en la demanda de bienes extranjeros ha sido contrarrestado por una caída en la entrada de crudo debido al auge de la producción de shale gas y petróleo en EEUU. Los avances en tecnología de perforación e inversiones en infraestructura de oleoductos permiten que el petróleo producido en el interior llegue a las refinerías en el medio oeste y la costa del golfo, alentando la producción. En septiembre, las importaciones de petróleo cayeron al mínimo desde 2009.
Esperamos que EEUU se convierta este año en el mayor productor mundial de petróleo. La reciente debilidad de los precios —el crudo alcanzó un piso de cuatro años el 4 de noviembre— podría limitar las inversiones, pero se estima que una producción significativa aún es viable a precios menores a US$ 80 el barril. Mantenemos nuestro pronóstico de un crecimiento aún relevante en la producción de petróleo de EEUU en 2015-16, pese a la caída de los precios, y la mayor producción interna va a contener cualquier avance de las importaciones.
Las exportaciones netas aportaron 1,3 punto porcentual al crecimiento de 3,5% del PIB en el tercer trimestre, pero esto sería recortado en la próxima revisión el 25 de noviembre. En términos reales, el déficit comercial en septiembre fue mayor que el usado para calcular el PIB. Los nuevos datos van a restar alrededor de 0,4 punto al crecimiento del tercer trimestre. Además, un gasto en construcción más débil de lo estimado —cayó por segundo mes consecutivo en septiembre, aunque pensamos que el declive será temporal— va a eliminar otra décima, así que la EIU ahora prevé un crecimiento del PIB de cerca de 3% en el tercer trimestre.
Consumidor al rescate
El recorte en la cifra de crecimiento es decepcionante pero la estimación inicial de 3,5% estuvo por sobre las expectativas y un avance de 3% sigue siendo impresionante. Además, aunque esperamos que el comercio actúe como un freno al crecimiento en el cuarto trimestre, será compensado por un mayor dinamismo de la demanda de consumo. Un año espectacular para el crecimiento del empleo ha fortalecido los ingresos de los hogares, mientras que los menores precios del petróleo dejarán más dinero para las compras, así que esperamos que el gasto de los hogares se expandirá con fuerza en el cuarto trimestre.
La economía de EEUU, por lo tanto, mantendrá su impulso en los últimos tres meses de 2014, con tasas superiores a la mayoría de los demás países OCDE. Los motores del crecimiento, sin embargo, pasarán de las exportaciones al consumo privado. El consumidor estadounidense nuevamente vendrá al rescate.