Senado de EE.UU. se encamina a
aprobar finalmente la reforma del sistema sanitario esta semana
después de votar por sesenta votos contra cuarenta esta madrugada
una moción de procedimiento que da vía libre a la legislación.
En una declaración hoy en la Casa Blanca, el presidente de
EE.UU., Barack Obama, que ha apostado buena parte de su prestigio
político al éxito de la reforma sanitaria, aseguró hoy que el voto
en el Senado "nos aproxima a la aprobación de una medida que marcará
una diferencia tremenda".
Los sesenta votos, todos demócratas, son exactamente los
necesarios para impedir cualquier intento de bloqueo por parte de la
oposición republicana.
Ni un solo senador republicano votó a favor de la medida en la
consulta celebrada esta madrugada (06.00 GMT), una hora
intempestiva pero necesaria para llegar a tiempo, según los
reglamentos, a votar el proyecto de ley en el pleno antes de que
comience el receso navideño.
Aún se celebrarán otros dos votos de procedimiento antes llevar
la medida al pleno, previsiblemente el jueves a en la noche
(01.00 GMT del viernes).
En un comunicado, el presidente del comité de Salud del Senado,
Tom Harkin, indicó que con el voto de hoy esta cámara "superó el
obstruccionismo republicano y despejó la vía para aprobar una
reforma sanitaria exhaustiva que dará a todos los estadounidenses
los cuidados médicos asequibles que necesitan y que merecen".
Por su parte, los republicanos, que quieren retrasar lo más
posible la votación de la medida que consideran un desastre,
reiteraron que el proyecto de ley aumentará los costes en el sistema
sanitario.
"Un sistema sanitario burocrático administrado por el Gobierno
desde arriba y que costará cerca de un billón de dólares no es lo
que el pueblo estadounidense quiere", declaró el presidente del
Comité Nacional Republicano, Michael Steele.
La reforma busca dar cobertura médica a cerca de treinta millones
de estadounidenses que en la actualidad carecen de ella.
El proyecto de ley que maneja el Senado costaría, según la
Oficina de Presupuesto del Congreso -el brazo auditor del
Capitolio-, cerca de US$ 871.000 millones en diez años.