La representante de Comercio de Estados Unidos, Susan
Schwab, anunció hoy que su país está dispuesto a reducir a US$ 15.000 millones sus
subvenciones agrícolas para contribuir a un acuerdo en las negociaciones de la
Ronda de Doha.
Aclaró que a cambio de esto reclama "un acceso
ambicioso a los mercados" agrícolas e industriales del resto del mundo.
La última propuesta que Estados Unidos había hecho a ese respecto
aludía a rebajar esas ayudas a US$ 17.000 millones anuales.
Actualmente, el límite de Estados Unidos para las
subvenciones a la agricultura es de US$ 48.000 millones, aunque la negociadora
estadounidense reconoció que nunca se ha desembolsado tal cantidad.
En cambio, precisó que hace unos cinco años esas ayudas
alcanzaron 24.000 millones de dólares, por lo que recalcó que "cualquiera
que entienda sobre mercados agrícolas verá la importancia de la cifra que ahora
proponemos".
Este anuncio tuvo lugar poco antes de que los ministros de
una treintena de países en la OMC reanudaran su reunión, que empezaron ayer en
Ginebra, en la que se espera que pongan sobre la mesa las ofertas finales de
sus gobiernos tanto en materia agrícola, como en apertura de mercados para
productos industriales.
Numerosos países han recordado en los últimos días que Estados
Unidos gasta actualmente US$ 7.000 millones en subvenciones a la agricultura,
debido a los altos precios de los alimentos en los mercados internacionales,
por lo cual si se acordara cualquier cifra superior a US$ 14.000 millones
podría hasta duplicar esas ayudas.
A esa crítica, Schwab respondió que "cualquier que haya
sugerido números fuera del texto (agrícola que sirve de base para las
negociaciones de estos días) no muestra esfuerzos por concluir la Ronda de
Doha".
Adelantó que su delegación distribuiría entre los
periodistas información que corrobora "la importancia de este paso".
El programa de ayudas de la Administración de George Bush
está vinculado directamente al precio de los productos agrícolas, así que ésas
suben cuando éstos bajan a nivel internacional.
La responsable de Comercio de EEUU dijo que hacía esta
oferta sin saber lo que responderían momentos después los ministros con los que
iba a reunirse.
Schwab fue clara al señalar que esta propuesta debería dar
lugar a concesiones del resto de países y que, en esta ocasión, a todos les
toca tomar "decisiones difíciles".