Así afectan los confinamientos de Shangái a la segunda mayor economía del mundo

Las estrictas medidas de cierre impuestos por el gobierno chino para contener el peor brote de Covid-19 desde principios de 2020 han golpeado a la economía, paralizando la producción en grandes ciudades como Shangái y poniendo freno al gasto de millones de personas encerradas en sus casas.

Las restricciones pretenden erradicar cualquier rastro del virus en la comunidad, pero también han presionado todo, desde la fabricación y el comercio hasta la inflación y los precios de los alimentos.

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El primer ministro chino, Li Keqiang, ha advertido repetidamente sobre los riesgos para el crecimiento económico, y el lunes dijo a las autoridades locales que debían "añadir un sentido de urgencia" al implementar las políticas existentes. El gobierno se mantiene firme por ahora en su planteamiento "Covid Cero", una estrategia que, según los economistas, hará que el crecimiento descienda a un 5% este año, por debajo del objetivo oficial de alrededor de 5,5%.

A continuación, analizamos en profundidad cómo los confinamientos están afectando a sectores críticos de la segunda mayor economía a nivel mundial.

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Golpe a las materias primas

En marzo, China registró un descenso de las importaciones de commodities, ya que los elevados precios impulsados por la guerra en Ucrania y el endurecimiento de las restricciones contra el Covid-19 afectaron a la demanda.

Las compras de gas natural fueron las más afectadas, cayendo por debajo de las 8 millones de toneladas a su nivel más bajo desde octubre de 2020. Las compras de crudo y carbón, por su parte, también se situaron muy por detrás de los registros del año pasado.

Se prevé que la demanda china de combustible para aviones se reduzca en 25 mil barriles diarios con respecto al año anterior, una caída del 3,5%, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que esperaba anteriormente un crecimiento de 10 mil barriles por día.

El número de vuelos diarios en China, según el promedio de siete días, ha caído por debajo del menor nivel visto en 2020, con menos de 2.700 vuelos activos el martes, según Airportia, un rastreador de vuelos en tiempo real.

Los fabricantes de metales nacionales de China se enfrentan a obstáculos para transportar materias primas y productos finales, lo que ha provocado recortes en la producción. Seis de las doce fábricas de varillas de cobre en las provincias vecinas de Shangái que fueron encuestadas por Shanghai Metals Market reportaron anteriormente que habían detenido o planeaban detener la producción. La investigación también predijo un aumento de los inventarios de aluminio.

Mientras tanto, los compradores chinos han recortado las adquisiciones de gas natural licuado en el mayor importador de GNL del mundo, a medida que los precios se disparan y la demanda interna se estanca. Las importaciones del primer trimestre cayeron un 14% en relación al mismo período del año anterior, según los datos del transporte marítimo, y las empresas privadas están rechazando las ofertas para utilizar las otrora codiciadas franjas horarias de los terminales receptores estatales.

Congestión portuaria

El cierre de la ciudad de Shangái ha creado congestión en el mayor puerto del mundo, con colas de buques que se acumulan allí y en otras paradas que manejan envíos desviadaos. El número de portacontenedores en espera frente a Shangái el 11 de abril era 15% mayor que hace un mes, según los datos de transporte marítimo de Bloomberg.

La escasez de trabajadores portuarios en Shangái está ralentizando la entrega de la documentación necesaria para que los buques descarguen su material, según propietarios de barcos y comerciantes. Mientras tanto, los buques que transportan metales como el cobre y el mineral de hierro se quedan varados en alta mar, ya que los camiones no pueden enviar las mercancías desde el puerto a las fábricas de procesamiento, dijeron.

Los datos del miércoles también mostraron que los confinamientos tienen un impacto notable en las importaciones, que cayeron un 9,1% en marzo, la primera contracción desde agosto de 2020.

Problemas en manufactura

Los sondeos de gestores de compras de China muestran que el sector manufacturero se contrajo en marzo, con las pequeñas y medianas empresas especialmente sacudidas por los problemas operativos. El índice Caixin, basado en encuestas a empresas más pequeñas y orientadas a la exportación, cayó a su peor nivel desde el inicio de la pandemia hace dos años.

Algunas grandes empresas manufactureras han podido mantener sus operaciones al adoptar el llamado sistema de bucle cerrado, donde los empleados se mantienen en las instalaciones de la fábrica y se someten a testeos periódicos. Sin embargo, estos protocolos no son perfectos: un miembro de la Unión Europea dijo la semana pasada que el trabajo puede ser "muy, muy difícil", incluso con permiso para operar en medio de las restricciones.

Las empresas de energía solar están viendo un "grave impacto" tanto en la producción de paneles como en las instalaciones, según una encuesta realizada por la Sociedad de Energía Solar de Shangái. En algunas fábricas de la región costera de la ciudad, la manufactura de paneles se ha suspendido, lo que ha hecho subir los precios en las últimas semanas, señalan analistas de Jefferies.

Disrupción tecnológica

Algunas firmas tecnológicas han suspendido la producción a medida que las políticas restrictivas de China pasan sobre un sector que ya se enfrenta a las escasez de componentes.

La mayoría de los principales fabricantes tecnológicos -desde Semiconductor Manufacturing Internacional a Taiwan Semiconductor Manufacturing y el productor de iPhone, Foxconn Technology- congelaron sus operaciones en los primeros días del brote en Shangái. Desde entonces, muchos han reanudado su actividad tras establecer sistemas de circuito cerrado.

Hasta el miércoles, más de 30 empresas taiwanesas, entre ellas Pegatron y el fabricante de macbooks, Quanta Computer, habían detenido su producción en los centros electrónicos del este de China debido a las normativas Covid.

Los atascos logísticos están restringiendo los envíos de componentes, agotando los inventarios hasta el punto de que algunos fabricantes como Pegatron, Wistron y Compal se han quedado con unas pocas semanas de existencias, según estimaciones de la consultora Trendforce. La actual escasez de suministros a nivel mundial podría agravarse si se interrumpe la fabricación local, lo que limitaría las existencias de ordenadores y consolas de juegos a teléfonos inteligentes, servidores y vehículos eléctricos.

Dolor automovilístico

Las ventas totales de vehículos de pasajeros cayeron un 10,9% el mes pasado, lo que indica una presión en el enorme mercado de los automóviles.

Algunos fabricantes están sufriendo problemas de producción a causa de los cierres. La fábrica de Tesla en Shangái lleva cerrada desde el 28 de marzo debido a las restricciones impuestas en la ciudad. La planta suele producir más de 2 mil coches al día, según una estimación realizada a principios de este mes por Dan Ives, analista de Wedbush Securities.

Volkswagen también se vio obligada a suspender la producción en Shangái este mes, mientras que la compañía china de vehículos eléctricos Nio informó el sábado que detuvo la producción y retrasó las entregas debido a que muchos proveedores tuvieron que cerrar.

El fabricante de autopartes Robert Bosch GmbH comunicó el cierre de dos de sus fábricas en China y la operación de sistemas de cierre en otras dos, agregando que estaba viendo "efectos temporales en la logística y el abastecimiento de la cadena de suministro".

Problemas en la construcción

Las ventas nacionales de excavadoras -un indicador principal de la construcción- se desplomaron casi un 64% en marzo con respecto a hace un año atrás, lo que da cuenta de la tensión en el sector.

La caída de las ventas de viviendas en China también se agravó el mes pasado: las 100 mayores empresas del endeudado sector inmobiliario registraron un descenso de 53% en sus ventas en comparación al año anterior, según datos preliminares de China Real Estate Information. Fue la caída más pronunciada en lo que va del año.

El inventario de barras de acero en china sugiere que la actividad de la construcción "puede haber cambiado a una marcha más baja", según el análisis publicado la semana pasada por David Qu, economista que cobre China para Bloomberg Economics.

Riesgos inflacionarios

Los confinamientos han hecho subir el costo de los alimentos y pueden poner en peligro la capacidad del gigante asiático para abastecerse en 2022 con la suficiente cantidad de cereales, ya que las restricciones complican la importante temporada de siembra de primavera en China.

Los precios de las verduras frescas subieron un 17,2% en marzo, frente a la caída de 0,1% en febrero, según datos de la Oficina Nacional de Estadística. los agricultores chinos de algunas zonas del noreste, que aportan más de una quinta parte de la producción nacional de cereales, han tenido que hacer frente a restricciones que les impiden arar sus campos y sembrar semillas.