Las cifras del PIB de Japón correspondiente al último
trimestre dejan a la segunda mayor economía mundial al borde de la recesión. La
contracción fue del 0,6% respecto al trimestre anterior, y nada menos que del
2,4% en tasa interanual. La economía nipona, que tiene aún reciente su salida
de la etapa de deflación, vivió su última recesión hace seis años.
De la deflación a la recesión con apenas unos meses de
tregua. Ese podría ser el camino al que parece abocado Japón. Para evitarlo, mucho
tendría que reaccionar la segunda economía mundial durante el trimestre en
curso.
En el trimestre anterior, las cifras invita al pesimismo. La
contracción fue del 0,6% intertrimestral, un porcentaje que se eleva hasta el
2,4% en tasa interanual. Estos números no tienen nada que ver con el
crecimiento positivo del 3,2% contabilizado en el primer trimestre del año.
Uno de los principales motoresde la economía nipona, las
exportaciones, experimentaron su peor comportamiento desde el año 2001, con un
descenso del 2,3%, debido a la desaceleración económica mundial y a las
presiones derivadas de la revalorización del yen frente al dólar. El consumo
interno tampoco pudo serir de apoyo a la segunda mayro economía mundial, con un
descenso del 0,5%.
El Banco de Japón ya se había encargado en las últimas
semanas de anticipar parte de este pesimismo. Pero aún así estas cifras
resultaron demasiado inquietantes como para que la Bolsa de Tokio las pasara
por alto. Al cierre de la sesión, el índice Nikkei bajó un 2,11%, de forma
quese sitúa muy cerca de perder la barrera de los 13.000 puntos, con sólo 23,05
puntos de margen.
La peor parte en el Nikkei se la llevaron empresas
financieras e inmobiliarias. Entre las primeras, los recortes rozaron el 6% en
Sumitomo Trust, superaron el 5% en Resona Holdings, y el 4% en el gigante
Mitsubishi UFJ. Entre las inmobiliarias, Tokyu Land se dejó un 5,6%, Heiwa Real
State y Sumitmo Realty un 5%.