Cuba aumentará su capacidad de
refinamiento en cerca de 30.000 barriles diarios de petróleo con el
aporte de la refinería de Santiago de Cuba, en cuya ampliación
trabajan las autoridades de la isla y de Venezuela, país que
financia el proyecto.
La ministra cubana para la Inversión Extranjera, Marta Lomas,
dijo hoy a la televisión estatal que el objetivo es "llevar la
refinería de Santiago a procesar 50.000 barriles al día, más que
duplicar la producción, y poder procesar productos de una mayor
calidad, gasolinas más especiales y de mayor capacidad".
De acuerdo con fuentes oficiales, la refinería de la segunda
ciudad de Cuba, en el oriente de la isla, actualmente tiene una
capacidad de procesamiento de unos 22.000 barriles diarios.
Además, dentro de las obras que se realizan en esa provincia,
está previsto poner en marcha una fábrica de cemento que, según dijo
la ministra, "va a ser la base del desarrollo de todas las obras que
se van a hacer en las provincias orientales".
Lomas no detalló desde cuándo la planta santiaguera producirá
50.000 barriles diarios que, sumados a los más de 70.000 que procesa
la refinería de Cienfuegos, en el centro del país, aumentarán el
procesamiento cubano de crudo a más de 120.000.
La refinería de Cienfuegos fue reinaugurada en diciembre pasado
tras ser rescatada en 2005 mediante un proyecto de las empresas
estatales CUPET, de Cuba, y PDVSA, de Venezuela, con una inversión
estimada de 1.400 millones de dólares, para ampliar su capacidad
hasta 150.000 barriles diarios en 2013.
La reapertura tuvo lugar durante la IV Cumbre de Petrocaribe con
la presencia del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el entonces
gobernante provisional de Cuba, el general Raúl Castro (jefe de
Estado titular desde el pasado 24 de febrero).
Chávez y Castro firmaron entonces un acuerdo de ampliación de la
refinería Hermanos Díaz de Santiago y otros proyectos para
desarrollar la industria de transformación de petroquímicos en el
oriente de Cuba, así como la reactivación del oleoducto
Matanzas-Santiago.