El sedán Han L y el SUV Tang L, que llevan el nombre de dos dinastías gobernantes chinas, serán los primeros modelos insignia equipados con el último sistema de vehículos eléctricos de BYD. La china también ha prometido instalar inicialmente unos 4.000 cargadores compatibles con la nueva tecnología de carga rápida.
Los analistas de Goldman Sachs, en un informe de investigación, afirmaron que la nueva Super e-Platform era "altamente competitiva" por su velocidad de carga "la mejor de su clase" y un tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h inferior a tres segundos.
Sin embargo, el banco de inversión estadounidense se mostró menos optimista sobre el ritmo de despliegue de los nuevos modelos Han y Tang, citando unos precios más elevados en comparación con los modelos rivales del mercado, como el Zeekr 007 y el Aito M7 de Huawei.
Los precios de partida de los coches Han y Tang son de 270.000 Rmb ($37.356) y 280.000 Rmb, respectivamente, durante una campaña de preventa en abril.
"Esperamos un impacto relativamente limitado del volumen de estos dos modelos a corto plazo", escriben los analistas en una nota de investigación.
¿Debe preocuparse el sector automovilístico mundial?
La Super e-Platform llega apenas unas semanas después de que BYD anunciara el lanzamiento de God's Eye, que se ofrecerá gratis incluso en sus coches más baratos.
Tu Le, fundador de la consultora Sino Auto Insights, afirma que el anuncio de la recarga rápida, unido al sistema God's Eye, ha aumentado significativamente la presión sobre los fabricantes de automóviles de todo el mundo.
A diferencia de los demás grandes fabricantes mundiales, BYD dispone de propiedad intelectual en materia de vehículos eléctricos, baterías y tecnología de recarga, afirma Le, lo que significa que los sistemas pueden integrarse de forma "mucho más fácil y limpia" que en el resto del sector.
"La diferencia entre BYD y los demás radica en su capacidad para ofrecer estas tecnologías en vehículos de gran consumo", afirmó. "Es probable que BYD deje fuera del negocio a unas cuantas marcas mundiales".
Sin embargo, el aumento de las barreras comerciales y la preocupación occidental por los riesgos para la seguridad nacional de la tecnología china hacen que grupos como BYD sigan enfrentándose a una inmensa incertidumbre en torno al acceso al mercado más allá de las fronteras chinas.
Kim Seung-tae, directivo de la Asociación Coreana de la Industria de Baterías, señaló que, aunque los grupos coreanos rivales persiguen los avances tecnológicos de BYD, «el entorno comercial, además de la tecnología, es importante».
"Nuestras empresas mantendrán su dominio en el mercado estadounidense mientras se mantenga la IRA (Inflation Reduction Act, por su sigla en inglés)", dijo, en referencia a la legislación de la era de Joe Biden en EE.UU. que excluía a los vehículos eléctricos con baterías chinas de beneficiarse de créditos fiscales.
Kim añadió: "Aunque la competencia es dura en Europa, tendremos más oportunidades allí a medida que se refuerce la normativa medioambiental, dada la debilidad china en ESG (políticas medioambientales, sociales y de gobernanza) y derechos laborales".