Los elevados precios de los alimentos, que han provocado
manifestaciones violentas en distintos países y amenazan con desestabilizar a
varias docenas de naciones alrededor del mundo, se prolongarán durante años,
según el Banco Mundial (BM).
"Los elevados precios de los alimentos amenazan los
avances recientes en la lucha contra la pobreza y la malnutrición y es probable
que persistan en el medio plazo", dijo hoy el organismo en un comunicado.
El Banco recuerda en un breve informe que presentará durante
el fin de semana ante el Comité de Desarrollo, organismo conjunto del Banco y
el Fondo Monetario Internacional (FMI), que los incrementos en los precios
globales del trigo alcanzaron el 181% en los 36 meses hasta febrero
pasado.
El estudio prevé que los precios de las cosechas sigan altos
en el 2008 y el 2009 y que empiecen a caer a partir de esa fecha, aunque las
proyecciones del Banco Mundial apuntan que los precios se mantendrán por encima
de los niveles de 2004 hasta el año 2015 para la mayoría de las cosechas.
"Debemos de ofrecer no sólo ayuda inmediata, sino
también ayudar a los países a identificar acciones y políticas para reducir el
impacto sobre los más vulnerables del planeta", dijo el presidente del
Banco Mundial, Robert Zoellick, en el citado comunicado.
El informe destaca que entre los factores que han
contribuido al repunte de los precios de los alimentos está la mayor producción
de biocombustibles, que está desviando una gran cantidad de la producción de
maíz a la producción de combustibles.
"Los repuntes de precios también están relacionados con
el encarecimiento de la energía y los precios de los fertilizantes, la
debilidad del dólar y las prohibiciones sobre las exportaciones
(agrícolas)", apunta el informe.
También señala que muchos gobiernos ya han comenzado a tomar
medidas, al utilizar distintos programas sociales ya en marcha para ayudar a
los más pobres, así como al decidir intercambiar comida por mano de obra o
distribuir ayuda alimenticia de emergencia.
El Banco apunta que varios países también han reducido los
impuestos sobre alimentos básicos para ofrecer cierto alivio a los
consumidores.
El informe también destaca que las medidas que buscan
estimular la oferta de granos son esenciales a medio plazo, así como las
inversiones en tecnología agrícola y la mejora de las infraestructuras básicas,
como los sistemas de riego y transporte.
La investigación señala que los mayores precios de los
alimentos están contribuyendo a una mayor inflación en muchos países.
Entre los países en los que ha habido un gran incremento de
los precios de los alimentos figuran Costa Rica, Sri Lanka y Egipto.
"En muchos países y regiones la inflación alimentaria
es más alta que el conjunto de la inflación y contribuye a presiones
inflacionarias subyacentes", apunta el informe.
El Banco cita, en ese sentido, el caso de Europa y Asia
Central, donde la inflación media fue del 10% en el 2007, mientras
que la inflación relacionada con los alimentos alcanzó el 15%. En el
caso del pan y los cereales los incrementos medios de precios fueron del 23%.
Tal dato contrasta con el de la inflación general de 6% en el 2006 y de 6,4% en el incremento de los precios de los
alimentos ese mismo año.
Los precios de la comida han provocado manifestaciones
durante la última semana en Haití, donde han muerto al menos cinco personas a
causa de las revueltas.