El Gobierno argentino garantizó hoy
el abastecimiento de energía ante un fuerte incremento del consumo
debido a la ola de frío polar que registra el país.
"Es muy importante el nivel de reserva. El sistema está sólido",
dijo en declaraciones radiales el ministro de Planificación, Julio
De Vido, luego de que la prensa local informó hoy de cortes de
suministro de gas a industrias y estaciones de servicio que expenden
gas natural comprimido (GNC) para autos.
El ministro dijo que este jueves, cuando se registraron en
Argentina las temperaturas más bajas de los últimos 15 años, hubo
"récords de consumo" de energía eléctrica, gas y gasóleo.
Señaló que también se registró un pico de carga de GNC, debido a
que hubo un "alerta innecesario" de una eventual falta de
suministro.
"Se incentivó la demanda, algunos medios mandan a toda la gente a
cargar combustible. Normalmente en Argentina se cargan cinco
millones de metros cúbicos y ayer se cargaron seis millones porque
decían que iba a faltar", afirmó.
Según publicó hoy el diario de negocios El Cronista, de Buenos
Aires, este jueves "el gas volvió a faltar, mientras que la demanda
de electricidad marcó un nuevo récord histórico", que fue cubierto
por la oferta de la central hidroeléctrica Comahue y la importación
desde Brasil.
Argentina resolvió además cortar desde el miércoles los envíos de
gas a Chile, que prácticamente se abastece del fluido desde su
vecino.
El Servicio Meteorológico Nacional dijo hoy que el frío intenso
que afecta todo el país producirá este fin de semana heladas
generalizadas en casi todo el territorio argentino.
En Buenos Aires la temperatura mínima registrada este jueves fue
de 1,3 grados, con una sensación térmica a los 0,7 grados bajo cero,
lo que llevó a alumnos de varias escuelas de la ciudad que no tienen
calefacción a manifestarse en las calles, tapados con frazadas, en
reclamo de mejoras en las condiciones de los establecimientos
educativos.
Por otra parte, la organización no gubernamental Red Solidaria
informó hoy de la muerte de un hombre indigente de 65 años en las
calles de la ciudad argentina de Rosario (centro), primera víctima
de la ola de frío polar que azota el país.