El Parlamento argentino concluyó hoy
sin avances su primera semana de debates sobre el esquema impositivo
para las exportaciones de granos, que desde marzo último mantiene
enfrentado al Gobierno con el sector rural.
Mientras, agrupaciones oficialistas realizaron una manifestación
en la plaza situada frente a la sede del Legislativo para expresar
su apoyo a las retenciones móviles dispuestas por el Ejecutivo, que
ha desatado las protestas de los productores agropecuarios.
El mitin se llevó a cabo a metros del campamento que partidarios
del Gobierno y del campo han montado esta semana para hacer oír sus
posturas en el paseo, situado en pleno centro de Buenos Aires y que
por estos días se convirtió en una auténtica romería.
En tanto, un plenario de las comisiones de Agricultura y de
Presupuesto de la Cámara de Diputados analizó hoy -como lo viene
haciendo desde el lunes- el proyecto de ley a través del cual el
Gobierno busca ratificar el esquema de impuestos a las exportaciones
de soja, trigo, maíz y girasol que comenzó a aplicarse en marzo.
Durante los cinco días de deliberaciones se oyeron expresiones a
favor y en contra de la medida que llevó a las entidades del campo a
realizar cuatro huelgas comerciales y centenares de bloqueos de
carreteras, que causaron desabastecimiento de productos básicos.
A lo largo de la semana dirigentes rurales, especialistas y
funcionarios participaron junto a los legisladores en los debates,
que continuarán el próximo lunes a puerta cerrada con el propósito
de consensuar las diferentes posturas.
Fuentes legislativas adelantaron que la intención es que el pleno
de la Cámara de Diputados, en la que el gobernante peronismo es
mayoría, someta a debate el proyecto elaborado por el Gobierno
durante la semana próxima.
Sin embargo, en el oficialismo han surgido fuertes discrepancias
en torno a la iniciativa, al punto de que, según versiones
difundidas por la prensa local, varios legisladores se resisten a
votarla.
Después de más de cien días de huelgas y protestas del sector
rural, la semana pasada la presidenta argentina, Cristina Fernández,
decidió dejar el tema en manos del Parlamento.
El conflicto del campo ha provocado pérdidas millonarias al país
y supuesto un enorme desgaste para la jefa del Estado, cuyos índices
de popularidad han caído en picada en los últimos meses.
Argentina es el primer exportador mundial de girasol, el segundo
de maíz, el tercero de soja, el cuarto de trigo y el sexto de carne
vacuna, además de ocupar puestos de relevancia en el comercio global
de aceites vegetales y harinas.
Como en el caso de otros tributos, los ingresos que percibe el
Fisco en concepto de impuestos a las exportaciones de granos no se
reparten entre las provincias, lo que avivó las protestas del sector
agropecuario.